Segundo día que nos despertábamos en Japón y yo seguía sin dormir apenas. Por aquel entonces pensé que sería un jet lag normal (hasta entonces solo lo había sufrido 2 o 3 días como máximo), pero por desgracia no fue así. En este viaje llegó a durarme una semana, con el consiguiente agotamiento que comporta.
Por suerte, los primeros días en Tokyo serían en plan relax y, si convenía, pararíamos a descansar sin remordimientos de estarnos perdiendo visitas.
Tras las novedades del primer día, volveríamos a visitar barrios ya conocidos pero con algunos puntos nuevos.
Nos levantamos pronto, nos hicimos con el desayuno de turno en el conbini y rumbo al barrio tradicional de Asakusa, donde la "Puerta del Trueno" (Kaminarimon) daba entrada al recinto del Sensoji, el templo budista mas antiguo de Tokyo.
Por suerte, los primeros días en Tokyo serían en plan relax y, si convenía, pararíamos a descansar sin remordimientos de estarnos perdiendo visitas.
Tras las novedades del primer día, volveríamos a visitar barrios ya conocidos pero con algunos puntos nuevos.
Nos levantamos pronto, nos hicimos con el desayuno de turno en el conbini y rumbo al barrio tradicional de Asakusa, donde la "Puerta del Trueno" (Kaminarimon) daba entrada al recinto del Sensoji, el templo budista mas antiguo de Tokyo.