16 de agosto de 2017

Kamakura-Yokohama

Kamakura, primera capital del shogunato bajo el clan Minamoto, fue una de las excursiones que realizamos en nuestro primer viaje, pero que, sin embargo, Jordi no pudo disfrutar por culpa de la fiebre. 
Y aún así, a pesar de todo, tenía un buen recuerdo de ella... Teníamos que volver para que él pudiera disfrutarla y, de paso, tomar de nuevo las fotos del gran buda que perdimos la primera vez. 
La verdad es que a mi no me importa repetir esta visita. Es una población que me gusta mucho, así que no descarto ir incluso una tercera vez. 
Además, tiene varias zonas de interés, lo que permite variar un poco la ruta a seguir. En el primer viaje visitamos los templos de Kita-Kamakura y fuimos bajando por la carretera hasta el Santuario Tsurugaoka Hachimangu. Pero esta vez haríamos el Daibutsu Trail desde Kita-Kamakura hasta el Gran Buda.


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El Daibutsu Trail (ver mapa) tiene unos 3 km y, aunque es una ruta sencilla, tiene tramos de subidas y terrenos irregulares (con raíces de árboles), así que mejor llevar buen calzado. 
Nos bajamos en Kita-Kamakura e hicimos una foto al mapa que había fuera, donde salía la ruta a realizar. Se empieza por el lateral del templo Jochiji (está señalizado). 

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Desde ahí, hasta el siguiente santuario, venía todo subida con tramos irregulares, llenos de raíces, pero con un paisaje bonito, incluso algunos tramos de bambú.

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Al llegar al primer santuario nos dimos un respiro y nos detuvimos a verlo. Nos llamó la atención una zona en la que pagabas por unos platos pequeños de barro que tenías que romper allí mismo.
En este punto coincidimos con varios japoneses que estaban visitando el templo, pero durante la ruta de senderismo fueron contadas las personas que nos cruzamos. Y todo japoneses.

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El siguiente tramo, hasta llegar al santuario Zeniarai Benten, fue mucho mas suave. Eso sí, para ir al propio santuario (está señalizado) hay que desviarse un poco y bajar por un camino con bastante pendiente que, por desgracia para mí, después hay que volver a subir. 
Pero merece mucho la pena hacerlo. Lo primero que sorprende es la entrada al santuario, un túnel cavado en la roca. 

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Y cuando llegas adentro, te da la sensación de haber aparecido a un lugar secreto, de esos que en las películas se esconden porque guardan un tesoro. 
El Zeniarai Benten es famoso por la gente que va a lavar su dinero allí, el cual se supone que atraerá mas riqueza. ¿Lavar el dinero? Sí, sí, tal cual... Ahora bien, pagando. jeje Has de pagar por los cestillos que te alquilan y entonces te acercas al manantial a lavarlo. Había varios japoneses cumpliendo con el ritual y secando después, como podían, el dinero. Que entiendo que metas monedas...¡¿pero billetes?! O.O

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Al margen de tal curiosidad, todo el recinto nos pareció muy bonito. 

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Regresamos a la ruta y lo que quedaba era casi todo cuesta abajo y bastante buen camino, en mitad del bosque. Ahora bien, el tramo final fueron unas escaleras muy inclinadas, que por suerte tenían barandilla porque había llovido hacía poco y estaba lleno de barro...
Al finalizar la ruta te encuentras cerca del Gran Buda, pero lo primero que ves es un par de tiendas donde venden los helados que tanto nos gustan... ¡Eso es estrategia en la ubicación de un negocio! jajaja Cayeron uno de castaña y otro de black sesam ¡Deliciosos! Los sabores raros nos seguían sorprendiendo.


Ahora sí, tocaba ver de nuevo al grandullón de 13 m que ha sobrevivido a tifones, olas gigantes, terremotos... (vimos una serie de fotos y explicaciones de su mantenimiento a lo largo de la historia, justo detrás de él) y que desde 1495 permanece al aire libre, tras destruirse varias veces el templo que lo albergaba (yo creo que lo que buscaba era tener vistas mar...).

kamakura
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Saliendo del recinto del buda seguimos bajando la calle hasta la estación. Esta vez no entramos al Hasedera, aunque lo recomendamos 100% porque es de los templos mas bonitos que hemos visto, así que fuimos a coger el tren Enoden para que nos acercara a la estación de Kamakura.

Subimos paseando la calle principal, marcado por grandes toriis, hasta el Tsurugaoka Hachimangu. 
Trasladado a su ubicación actual en 1180 por Minamoto Yoritomo, fundador y primer shogun del shogunato Kamakura (gobierno militar), es el santuario principal de la ciudad.

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Pudimos pasear con tranquilidad para explorar todos sus rincones, ya que la primera vez lo vimos muy de pasada. Como curiosidad, tiene dos estanques: Uno de ellos con tres islas, que representa al clan Minamoto. Y otro con cuatro islas que representa al clan Taira, sus archienemigos y perdedores de las guerras Genpei que acabaron con el clan, ya que el número cuatro puede pronunciarse como "muerte". Me llama mucho la atención que Minamoto erigiera semejante simbología en su santuario. 

kamakura
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La primera vez vimos la celebración de una boda y ésta vimos a dos novios haciéndose fotos... no llevamos mala estadística. ;) 

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Se nos había echado encima la hora de comer y yo tenía muy claro a donde ir: ¡Al Caraway! Lugar donde hemos comido de los mejores currys de Japón... Y eso que éste pica algo y yo no soy amante del picante (en la mayoría de sitios, sobre todo cadenas, puedes pedirlo que no pique),  pero está MUY bueno. 
Había una pequeña cola, pero después de esperar un poco ya estábamos dentro, donde nos dieron la carta en inglés y escogimos el curry de "beef" y el de "cheese" ¡Deliciosos! E imposible acabarme los 330 g de arroz... ¡Menos mal que pedimos los pequeños, porque la ración normal son 500 g! (1460 yens los dos platos)


Satisfechos por la comida, regresamos a la estación paseando por la calle comercial y, en especial, parando en la tienda Ghibli. 
Tras la visita a Kamakura nos acercamos a Yokohama, con el mismo fin, poder ver mas zonas y con calma. 
Nos bajamos en la zona del Chinatown y, aunque es el mas grande de Japón, nos siguió dando esa sensación de "zona artificial" que suelen transmitirnos estos barrios. A excepción del de San Francisco, que nos pareció muy auténtico y donde ves las callecitas llenas de hogares chinos. El de Yokohama, sin embargo, volvía a ofrecernos esa imagen de bazares y restaurantes... poco mas. 

Yokohama
Yokohama

Fuimos a dar al Yamashita Park, una zona ajardinada en el paseo marítimo y desde donde se puede contemplar el transatlántico Hikawa Maru, en cuya primera clase llegaron a viajar la familia imperial y Charles Chaplin entre otros (hoy en día es un museo).

Yokohama
Yokohama

Caminando llegamos hasta los Red Brick Warehouses. Los que fueron antaño unos almacenes portuarios, de estilo europeo, son ahora un centro comercial que conserva el aspecto original y eso nos encanta. 

Yokohama

Además, para sorpresa nuestra, habían montado un mercadillo navideño... ¡Europeo, como no! jeje

Yokohama

De ahí llegamos al centro comercial donde está el "Cup Noodles museum", donde puedes hacerte tus fideos personalizados, pero no nos llamaba la atención. A cambio, disfrutamos de su decoración navideña y del espectacular skyline de la zona Minato Mirai, con la Landmark Tower, la noria del Cosmoworld... Una preciosidad. 

Yokohama
Yokohama

Creemos que justo el muelle que hay entre este centro comercial y la zona del Cosmoworld es el mejor lugar para hacerle fotos. ^_^

Yokohama

Una vez en la zona, entramos en la Landmark Tower, donde hay otro centro comercial (para variar), y fuimos a la planta 4: tiendas Pokemon, Ghibli, Jump... un pequeño rincón friki.

Y de ahí al Cosmoworld, que ya guarda un semblante algo anticuado, pero que cada 15 minutos ofrece un espectáculo de luces en la noria que nos gusta fotografiar. (No preguntéis cuantas hice, ¿ok? Culpa de Jordi por plantar el tripode y dejarme a mi el disparador remoto. jaja)

Yokohama

Para cenar había pensado ir al Museo del Ramen, que es como una mini ciudad temática con varios locales de ramen. Pero está bastante alejado de la zona centro de Yokohama, en la estación de Shin-Yokohama, y como estábamos cansados, decidimos ir al Ichiran Ramen.
Nos zampamos dos pedazo de tonkotsu ramen con huevo por 1820 yens. 


Y tocaba regresar a Ueno tras un intenso día y mucho caminar.
Las dos formas de visitar Kamakura nos han gustado, pero a quien le guste el senderismo, sin duda le recomendamos el Daibutsu trail. Una ruta bonita y alejada del bullicio que uno encuentra en el santuario central y sus calles comerciales.





4 comentarios:

  1. Me quedé con ganas de ir a Kamakura... Así que en el próximo viaje que haga a Japón (que estoy segura que en el futuro volverá a caer), lo incluyo si o sí... Por cierto, qué curioso lo de lavar el dinero, jejejeje

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    1. A nosotros nos gusta mucho, tanto que volveremos con mi hermana en japón 3.0 jeje
      ;)

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  2. No conocía esa caminata por Kamakura, aunque eso de andar entre raíces no me mola mucho, jeje. En todo caso no sé si es porque fue el primer templo que vimos fuera de Tokio, pero me encantó, una pasada tanto el Buda gigante como todo lo demás. Chulísimas las fotos de las luces navideñas, y esos helados, ñam ñam. Un abrazo!!

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    1. Bueno el tramo de raíces no es duro. Ya sabes que yo tampoco soy una súper senderista jajaja
      A mi me gusta la verdad. Seguro que vuelvo con mi hermana.
      Volvemos a por un heladito?? ;)

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