Cuando me confirmaron el diagnóstico, la doctora me dijo: Al salir de aquí empezarán a venirte a la cabeza muchas preguntas. Coge una libreta y anótalas. La próxima semana miraré de responder a todas ellas.
A la semana siguiente abrí mi libreta de la EM delante de la doctora y pronuncié mi primera pregunta: ¿Que necesito para viajar?
Tenía claro que no iba a dejar de hacerlo, pero no nos engañemos: hay que adaptarse, analizar tu situación y la evolución, valorar los destinos y sus riesgos para salud...
Hasta el día de hoy mis destinos elegidos no habían supuesto ningún problema, pero entonces llegó África, las vacunas, su clima... Por primera vez vi peligrar un viaje, un sueño.
Por eso me he decidido a escribir este post referente a como fue viajar a Tanzania con Esclerosis Múltiple, porque yo misma dudé mucho al inicio, así que espero sirva de ayuda.