En este post queremos mostrar y comentar los alojamientos en los que estuvimos durante el safari por Tanzania, con la compañía Udare.
Como explicamos en el post sobre el Itinerario, escogimos la opción de "Alojamiento estándar" porque no consideramos que necesitemos más que lo básico y, aún así, alguno de ellos nos sorprendió mucho.
Para quienes les guste más ir a la aventura, la opción más barata es la de acampar.
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| Serengeti Bush camp |
A modo de recordatorio, nuestra ruta fue:
- Recepción en aeropuerto de Kilimanjaro y traslado al hotel de Arusha (Llegamos por la noche).
- Safari en Tarangire. Hotel en Karatu.
- Safari en Ngorongoro. Hotel en Serengeti.
- Safari en Serengueti. Hotel en Serengeti.
- Safari en Serengueti. Hotel en Karatu.
- Safari en Manyara. Hotel en Arusha.
- Excursión por Arusha. Traslado al aeropuerto por la noche.
Nos alojamos dos noches en cada hotel. E hicimos un cambio, puesto que la ruta inicial planteaba dormir en Karatu el tercer día, pero por consejo de Aitor optamos por cambiarlo por una noche más en el Serengeti. Ese cambio incrementaba un poco el precio, pero mereció mucho la pena al final.
Este fue el hotel más sencillo del safari, pero cumplía bien con lo básico.
Las habitaciones eran grandes, tenían TV, aire acondicionado, cama grande con mosquitera, dos aguas para lavarse los dientes y hacerse un té en la habitación y en el baño había secador, a parte de toallas y jabones para ducha. La primera noche tuvimos bañera y la segunda ducha.
En cuanto a la Wi-Fi, no llega bien a todas las habitaciones, así que durante la segunda estadía nos bajamos a la recepción, donde hay sofás y enchufes, para conectarnos un rato.
En el recinto hay piscina y un restaurante, donde se sirven los desayunos.
En este hotel solo nos entraba el desayuno, pero como llegamos muy tarde el primer día, ya habíamos cenado en el avión. En el sexto día cenamos varios snacks que nos habían sobrado pero al día siguiente, como comentamos en el post del itinerario, tuvimos que cancelar la excursión por temas de salud y comer allí.
La carta es bastante variada y los precios no nos parecieron nada caros, además tanto los wraps que pidió Jordi como la ensalada de fruta que me pedí yo estaban muy buenos.
Para el desayuno, a parte de cafés, tés y zumos, tenían fruta, algunas pastas, creps con mermeladas y podías pedir huevos revueltos con salchichas.
A pesar de ser el más sencillo, nos sentimos cómodos y agradecimos el detalle de dejarnos quedar en la habitación y ducharnos de nuevo el último día, antes de ir a por el avión.
Este alojamiento nos gustó y sorprendió. Es un recinto donde hay apartamentos separados, tipo bungalows, una piscina con jardín, y un edificio central donde se encuentra el comedor, la terraza donde tomar algo, recepción, etc... Y todo en un ambiente muy tropical.
Al llegar te reciben con un zumo muy bueno y refrescante (en nuestro caso de sandía) y una toalla húmeda, algo que se agradece tras un día de safari.
Los apartamentos son enormes. Con una cama grande con mosquitera, ventilador, mosquiteras en todas las ventanas, un baño con ducha también muy grande donde hay lo básico (toallas, jabones, agua para lavarse los dientes o hacerse un té, secador...).
Incluso hay una zona donde dejar las mochilas y usar como cambiador.
Pero sin duda lo mejor es el entorno y el momento de ir a tomarse algo en la terracita tranquilamente (las bebidas son baratas) y conectarse al Wi-Fi, puesto que no hay en las habitaciones.
Además, el comedor de estilo rústico y abierto al jardín es impresionante. Cenar y desayunar con los sonidos de los pájaros es increíblemente bonito.
En especial si sois los únicos huéspedes, como nos pasó la segunda noche (temporada baja) y acabas con una cena íntima. jeje (Justo en este alojamiento los guías no se quedaban en él, así que no cenábamos juntos, pero sí que desayunamos con ellos.)
El buffet de la cena era muy variado: una crema para empezar (todas estaban muy buenas), diferentes carnes estofadas o bbq, arroz con coco o maíz, curry, lentejas, verduras varias, patatas fritas, ensaladas, fruta variada...
Y para desayunar, a parte de fruta y el típico buffet con salchichas, creps, etc... también podías pedir tortilla o huevos revueltos.
La comida fue algo que nos sorprendió para bien.
Serengeti Tanzania Bush Camp: Pensión completa menos bebidas.
Para mí este fue el top de viaje.
El alojamiento es tipo tiendas pero con todas las comodidades y se ubica en pleno corazón del Serengeti, desde el cual ver atardecer y amanecer resulta una experiencia preciosa, por no hablar de los sonidos nocturnos. ¡Me encantan las hienas!
Al llegar te reciben de nuevo con zumo y toallita para refrescarse tras el safari, y te llevan a la tienda/recepción/lounge donde te explican como funciona el campamento.
Básicamente, hay una tienda para el lounge, donde te puedes tomar algo (solo se puede pagar en efectivo), conectarte al Wi-Fi, descansar, observar el TV Hiena Channel desde las butacas exteriores (el mejor cine al aire libre que tendréis jamás jeje) y cargar las baterías de las cámaras o portátiles. Puesto que en la habitación solo se puede cargar los teléfonos (y en nuestro caso ni eso porque no nos funcionaba bien, así que aprovechamos para hacerlo siempre en el lounge).
Después, justo al lado, está la tienda/restaurante donde desayunamos y cenamos con nuestro guía y conductor. Y donde, nuevamente, los buffets eran impresionantes, variados, todo muy bueno (siempre mirábamos de ir probando un poco de cada, porque tenía buena pinta) y donde me dieron un pan hecho por ellos que me enamoró.
Y por último las tiendas/habitaciones, cada una con su nombre de animal en suajili. La nuestra era la Swala o Impala.
Dentro no falta de nada y son grandes: Dos camas enormes con mosquiteras (sí, ¡dos!) y un baño con ducha y retrete, además de aguas (4 en este caso), jabones... Lo que no hay es secador del pelo, y tampoco se podría conectar.
La energía es solar, así que hay que intentar ahorrar y no tener todo encendido porque sí. Y en cuanto al agua, pensemos que estamos en mitad del Serengeti, así que ahorro al máximo: tirar de la cadena solo cuando sea necesario y para la ducha se dispone de 30l al día, suficiente para una ducha rápida.
En cuanto a este tema, nos explicaron que si queríamos ducharnos con agua caliente, teníamos que avisarles y solo podía ser de 6 a 8h y de 18 a 20h. Con agua fría cuando quisiéramos.
Esto es porque ellos te calientan agua expresamente y la llevan hasta la cisterna de la ducha, que cuelga fuera de la tienda.
A mí me daba reparo tener que pedirles ese capricho la verdad, al fin y al cabo, por la tarde un agua que ha estado en un depósito al solano de la sabana, fría no podía estar... y así era. Nosotros optamos por ducharnos rápido con el agua templadita del día y ya, a disfrutar del paisaje y la tranquilidad.
Otro punto a tener en cuenta es que el campamento no está vallado, así que, una vez ha oscurecido no puedes deambular tu solo.
Hay un grupo de chicos masai que vigilan por la noche y se encargan de acompañarte a la tienda tras la cena. Y si necesitas ir de la tienda a la recepción, hay de encender la linterna que hay en la habitación para que ellos lo vean y te vengan a buscar.
Y por si notas que algún animal está demasiado cerca, hay un silbato de emergencia (porque no vas a salir de la tienda a hacer señales de luz jeje) para que ellos vengan corriendo. Pero vamos que nosotros estuvimos genial, escuchando algunos pájaros y hienas por la noche.
Al principio a Jordi le daba algo de cosilla el tema seguridad, pero al final resultó ser un alojamiento chulísimo con unas vistas privilegiadas.
Y hasta aquí nuestro report de los alojamientos.
La verdad, no creemos que haga falta reservar la opción de lujo, pero a gustos va... Para nosotros esta opción superó las expectativas y quedamos encantados.
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