En nuestro segundo día del Japón 3.0 dejaríamos Tokyo, a la que volveríamos al final del viaje, para iniciar la ruta por el país.
La primera parada sería Shibu Onsen, una aldea termal cuya historia se remonta a la época Edo y algunos de sus ryokans tienen más de 400 años.
Escogimos alojarnos en ésta aldea termal por estar situada cerca del parque de monos Jigokudani, los famosos macacos de los onsens. Y porque la tradición dice que sus 9 onsens traen buena suerte.
Unos amigos habían estado en ella, pero en febrero, y nos pasaron la información y su experiencia (en su caso muy positiva).
Y me quedé con eso y con las típicas fotos bonitas que uno ve de Shibu Onsen, en las que luego te fijas y te das cuenta que son siempre el mismo lugar y poco más...
Así que nos vino a la mente nuestras visitas anteriores a
Magome o
Yunomine y acabamos creando una gran expectación en torno a la aldea. Y eso, a veces, tiene cierto riesgo... Pero ya me estoy adelantando.