8 de febrero de 2025

Visita a Shimabara

Tras la sorpresa de San Valentín, este día nos habían preparado otra. Y es que, ¡tocaba una excursión sorpresa!

Nos pusimos en marcha con calma, con parada en el conbini de confianza para pillar cafés y desayuno, puesto que nos esperaba una horita y poco en coche. 
Laura sensei me dijo que intentara no leer los rótulos de la carretera para saber por donde íbamos y así hice. 
Pero, con el tiempo de trayecto, empecé a hacer mis conjeturas. Una lista de posibles destinos apareció en mi mente hasta que, sin poder evitarlo, casi llegando vi un cartel donde salía un ferry anunciado. 
Estábamos llegando al lado del mar y había un ferry... ¡No podía ser! ¿Sería el que conectaba la zona de Shimabara con Kumamoto? ¿Nos llevaban a ver el castillo de Shimabara?
Empecé a mirar hacia donde señalaba Laura sensei y ¡ahí estaba a lo lejos! ¡Que ilusión!.

Shimabara

La península de Shimabara se encuentra en la prefectura de Nagasaki, al este, pero en transporte público hay que invertir unas dos horas (con trasbordos si se opta por el tren) y por eso la había dejado fuera de nuestro itinerario. 

Además, la zona es famosa también por el Monte Unzen, un volcán activo, cuyas aguas termales se puede visitar y de paso alojarse en algún hotel con onsen. 
Nosotros solo lo contemplamos de lejos, rodeado de niebla, pero si queréis saber más, Laura y Hira sensei tienen un vídeo en youtube sobre el volcán de Nagasaki

Shimabara
Ese día nos centramos en la visita al castillo y una zona llamada "la ciudad de las carpas nadadoras", que se encuentra en sus alrededores.

Si bien el castillo no es de los que se conservan de origen (fue destruido durante el periodo Meiji), este es famoso por la "Rebelión de Shimabara" (1637-1638), una gran revuelta de campesinos que puso en jaque al señor feudal de la zona y necesitó la ayuda de las tropas enviadas por el shogunato, desde otros dominios, para sofocarla. 

Se suele hablar de una rebelión de cristianos, dada la gran represión que sufrieron en esta zona, cuando el shogunato Tokugawa prohibió el cristianismo. Pero esa no fue la única causa o el desencadenante. 
El castillo de Shimabara, en aquella época, era enorme y abarcaba mucho terreno. Mucho más que los castillos de otros señores del mismo nivel. Y para construirlo, el Daimyo de la zona ahogó en impuestos a los campesinos, que ya no aguantaron más. Eso, junto las persecuciones que recibían los que eran cristianos, acabó logrando que el pueblo se uniera y creara una rebelión sin precedentes, bien organizada.

ShimabaraShimabara

Aunque no lograron hacerse con el castillo de Shimabara, se atrincheraron en las ruinas de otro castillo cercano, el de Hara, y resistieron varios meses antes de ser derrotados por las fuerzas del shogunato.
Eso sí, al señor feudal se le acusó de ser el causante de la revuelta, fue ejecutado y su dominio entregado a otra familia. 

Hoy en día no se ha reconstruido todo, porque abarcaría parte de la población, pero se puede entrar en la torre principal (una reconstrucción de hormigón de 1964) y ver las diferentes colecciones del museo, en especial la del 1er piso, dedicada al tema del cristianismo (700¥).

Shimabara
Y en una de las torres de defensa hay un museo dedicado a Kitamura Seibo, el escultor que hizo la estatua del Parque de la Paz de Nagasaki. Fuera de ella, en el patio, también se pueden ver algunas de sus obras.

Shimabara
¡Y por cierto! Compramos un Gojoin precioso, troquelado. ^_^

Shimabara
Para comer, nos llevaron al restaurante que hay justo en frente del castillo: Himematsuya.

Shimabara
Hira sensei se pidió un plato típico del lugar: Shimabara gu-zouni (1450¥). Un caldo con diferentes vegetales y mochi (pasta de arroz), cuyo origen se cree está en la rebelión. Cuando lo rebeldes habrían añadido esa pasta de arroz al caldo para tener unos buenos nutrientes en los meses de atrincheramiento. 

Shimabara
Me dio a probar el caldo y a verdad es que estaba muy bueno, aunque nosotros nos decidimos por un menú de zaru-soba (fideos soba fríos) con tempura (1150¥).
Estaba todo delicioso y muy bien de precio. 

Shimabara
Con las barrigas llenas, nos llevaron a pasear por "la ciudad de las carpas nadadoras", la antigua zona residencial de los comerciantes de la ciudad, donde se conservan algunas casas antiguas y los canales de agua corriente que le dan nombre. Porque carpas hay, y ¡nadan por esos canales!
Resulta que, desde el monte Unzen, hay un flujo constante y muy abundante de agua de manantial, que los comerciantes aprovecharon para sus casas y jardines.

Shimabara
Shimabara
Además, se pueden visitar un par de esas casas y Laura y Hira sensei tenían una en mente a la que llevarnos: Shimeiso (ver mapa)

Shimabara
Perteneció a un médico de la época Meiji, que se hizo construir la vivienda sobre uno de los surtidores del manantial, de la que brota sin parar agua cristalina. 

Shimabara
Entrar a la casa cuesta 400¥, con un té verde incluido que te puedes tomar tranquilamente, observando el estanque del jardín con sus carpas. 

Shimabara
Paseamos tanto por el pequeño jardín, como por el interior del salón. Y la señora que atendía a las visitas, al ver que algunos éramos de fuera, nos trajo unos panfletos en inglés. 

Shimabara
Cuando nos sentamos en el espacio abierto, la señora nos trajo los tés y se ofreció a hacernos unas fotos chulas con el estanque. Fue muy amable y nos hizo todo un photobook la verdad. jeje 

Shimabara
"Relax" definiría ese rato que estuvimos allí, tanto que alguno, tras la comilona previa, casi se duerme. jeje.

Shimabara
Por la tarde regresamos a Nagasaki, y mientras Laura sensei daba una de sus clases de español (a una alumna de allí) el resto dimos una vueltecita por la calle comercial a la que fuimos la noche anterior.
Allí, Hira sensei nos mostró una placa que señalizaba el nivel que alcanzó el agua durante la riada de 1982, donde hubo bastantes víctimas y varios puentes, entre ellos el Meganebashi, fueron destruidos. 172cm... Como veis, ambas quedamos por debajo de la riada. Una barbaridad. (Localización)

Nagasaki
Nagasaki
Seguimos paseando hasta pasar por una tienda tradicional de kasuteras (el bizcocho típico de Nagasaki). Se llama Iwanaga Baijuken y es una recomendación de las sensei para quienes quieran comprarlo (eso sí, cierran prontito).

Nagasaki
Después nos reecontramos con Laura sensei y nos llevaron a echar unas risas a las recreativas del centro comercial.

Nagasaki
Nagasaki
Y debo decir que el dichoso juego del taiko se me da fatal. jajaja. Mejor os dejo el vídeo de la pareja "pro" de la noche.


Para cenar decidimos redimir la fatal noche del okonomiyaki del viaje anterior y celebrar otra okonomi-party.

Nagasaki
Nagasaki
Pero ésta acabó muy bien, disfrutando hasta el final del cocinado y la última noche del viaje en Nagasaki. ^_^


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