12 de noviembre de 2023

Nagasaki (Zona Parque de la Paz, cuesta holandesa y Chinatown original)

Este día haríamos varias visitas llenas de historia. La primera, sin duda, la más dura: El Parque de la Paz de Nagasaki.

Parque de la Paz Nagasaki

Pero antes de ponernos en marcha, decidimos pillar fuerzas con un buen desayuno, haciendo cata del kasutera normal y del momo kasutera que había comprado el día anterior

Ambos estaban buenos, pero Laura tenía razón: el momo kasutera (con forma de melocotón, pero que no sabe a la fruta) me gustó mucho más. Encontré el bizcocho menos dulce, de forma que compensa la capa superior de glaseado. Y además era mega esponjoso. 
Mientras que el kasutera normal me pareció excesivamente dulce. 

Así que ya sabéis, si venís a Nagasaki, buscad también el momo kasutera, que es algo muy tradicional y fusiona varias culturas. jeje  
  1. Castilla: Aunque lo trajeron los barcos portugueses, recordemos que era el bizcocho de Castilla (Castella en portugués).
  2. China: por el símbolo del melocotón, que significa longevidad. 
  3. Japón: que ha adaptado la receta.
MomoKasutera
 
Tras el desayuno, Jordi y yo nos fuimos a la zona por la cual la ciudad, desgraciadamente, es famosa. Y es que el 9 de agosto de 1945 se convirtió en la segunda ciudad, y última por ahora, en ser víctima de una bomba atómica. Justo tres días después de Hiroshima. 

A diferencia de la primera, en Nagasaki el parque de la paz en realidad está dividido en dos, uno justo al lado del otro. 

Nosotros fuimos primero al Parque Conmemorativo o Área de la Paz. Donde se encuentran varios memoriales, entre ellos: 

Parque de la Paz Nagasaki

La Fuente de la Paz, cuyos chorros recuerdan a las alas de una paloma. 

Parque de la Paz Nagasaki

La Campana por la Paz Mundial, donde no pude evitar emocionarme y casi no logro controlar las lágrimas. El motivo fue el ver las ofrendas de botellas de agua, porque sabía que muchas víctimas murieron arrastrándose hasta el río o lanzándose a él, en busca de un poco de agua que les aliviara. No iba preparada para encontrarme con esas ofrendas, y al darme cuenta del significado me impactó. 

Parque de la Paz Nagasaki
Por cierto, le preguntamos a Hira si está bien visto que los extranjeros dejemos también ese tipo de ofrendas y nos dijo que sí y que está muy bien visto el implicarse. Por si alguien quiere participar de ello.

Pero sin duda, entre muchos de los memoriales de la zona, lo que destaca, a parte del silencio que impone semejante lugar a los visitantes, es la gran estatua de la Paz, con sus 10 toneladas de peso. 

Parque de la Paz Nagasaki

La verdad es que me resultó imponente, muy bonita. La mano que señala al cielo lo hace indicando la amenaza de las armas nucleares. La del brazo extendido simboliza la tranquilidad y paz mundial. La pierna doblada simboliza un estado de meditación y tranquilidad, mientras que mantiene la otra pierna preparada para alzarse en caso de que la humanidad necesite protección. Además, tiene sus ojos cerrados orando por las almas de las víctimas. 

Tras recorrer, con calma, esta zona nos dirigimos al Parque del Epicentro: justo el lugar donde cayó la bomba, que está indicado con un cenotafio negro.

Parque de la Paz Nagasaki
Parque de la Paz Nagasaki

Justo al lado se encuentra uno de los pilares de la Catedral de Urakami, de lo poco que quedó de ella (hoy en día la han reconstruido cerca de allí, pero no nos dio tiempo a acercarnos).

Parque de la Paz Nagasaki

También podemos bajar, por unas escaleras, hasta el borde del río. Nuevamente aquí mis pensamientos me llevaron a todas las víctimas que perecieron en él...

Parque de la Paz Nagasaki

Pero además, al bajar, podremos contemplar una especie de cristalera, en una de las paredes del margen del río, a través de la cual se observan las diferentes capas de sedimentos que hay bajo la superficie del parque, resultado de la bomba de aquel día: cristales, ladrillos y tejas rotas, etc.

De ahí nos acercamos al museo, pasando por varios memoriales más y por la llama de la Paz. Aunque nos chocó porque no logramos ver que estuviera encendida (la de Hiroshima se ve perfectamente) y recordemos que, en teoría, no se apagarán hasta que no queden armas nucleares en el mundo. 

Parque de la Paz Nagasaki

Entrar al museo cuesta 200¥ y la audioguía en español 157¥. Es un precio MUY simbólico, pero que ayuda a conservar el museo, los memoriales y hacer que todo lo que sucedió no caiga en el olvido. 
Por eso, aunque nosotros ya vimos el de Hiroshima, quisimos colaborar y de paso profundizar en lo sucedido en Nagasaki, aunque haya muchos paralelismos en los eventos de ambas ciudades. 

Parque de la Paz Nagasaki

El museo es más pequeño que el de Hiroshima, pero sobrecogedor también. Además, la audioguía está bien y te resume los sucesos básicos, por si uno no quiere tener que leer en inglés toda la información escrita. A mí, personalmente, me gusta que estos temas me los narren, mientras paseo observando los objetos y fotos, sumergida en mis pensamientos sobre lo acontecido. 

Parque de la Paz Nagasaki

Justo desde el interior del museo se puede acceder al interior del Pabellón Nacional de Paz, del que destaca su Salón con columnas de cristal y una estantería enorme, donde están recopilados los nombres de las víctimas de las bombas. 

Parque de la Paz Nagasaki

Por la parte exterior, nos encontramos un bonito estanque, lleno de luces led (70000 luces que simbolizan cada una de las victimas de la bomba) que se iluminan por la noche. Por desgracia, no pudimos volver por la noche a verlas en este viaje. 

Parque de la Paz Nagasaki

Con esto dimos por finalizado nuestro recorrido por esta terrible parte de historia de Nagasaki. Es duro pero muy necesario.

Laura y Hira pasaron a buscarnos y nos llevaron a comer a un restaurante muy bueno, enfrente de la universidad, que por lo visto es famoso entre los estudiantes. (ver localización)
No saqué fotos del interior pero es muy coqueto, lleno de estanterías con libros, de esos rincones que probablemente por nosotros mismos no encontraríamos. ¡Por no decir que tanto el curry como el estofado que nos comimos estaban buenísimos! Y unas korokkes (croquetas) para picar. 

comidacomida

Por cierto, allí nos contaron que otro plato típico es el Toruko Raisu (arroz turco), que nos quedó pendiente probar.

Tras la comida, hicimos un descanso en casa, porque teníamos que grabar un podcast en el que colaboramos, tanto las sensei como yo, y justo decidimos hablar de mi visita a Nagasaki. 

Por la tarde, Laura y Hira quisieron hacernos una ruta a pie por el centro de la ciudad y nosotros encantados de que nos acompañaran. 
Empezamos cerca del templo chino dedicado a Confucio que, en teoría, debería estar abierto a esas horas pero nos lo encontramos cerrado. Una lástima, porque pudimos verlo desde arriba y parece impresionante. 

Barrio Chino residencial

Justo al lado se encuentra uno de los accesos a la "Cuesta Holandesa", la zona donde, tras la apertura de Japón en 1859, alojaron a los comerciantes extranjeros. Y como su nombre indica... la calle tiene una buena pendiente. 

Zona cuesta Holandesa
Zona cuesta Holandesa

Por cierto, que les llamaban "holandeses", porque eran los occidentales que conocían en Nagasaki, pero en verdad eran de diferentes lugares de Europa y EEUU. 
De hecho, al fijarme en el estilo de las casas que se conservan de la época, me recuerdan más a un estilo colonial de Florida, sureño, que no al holandés. 

Zona cuesta Holandesa

En alguna de ellas se puede entrar, porque son museos, o incluso cafeterías. Pero justo a esas horas estaba ya todo cerrado. 

Zona cuesta HolandesaZona cuesta Holandesa

Seguimos paseando y, para llegar a nuestro siguiente destino, lo hicimos callejeando por las cuestas residenciales de Nagasaki. Los barrios normales del día a día. Nos seguía sorprendiendo que, a pesar de ser una ciudad enorme, tenga en gran parte este aspecto de pueblo.

Zona cuesta Holandesa

Al final fuimos a dar a la entrada del barrio "Tojin Yashiki", que es el antiguo asentamiento chino y el barrio donde actualmente todavía residen muchos de ellos, no muy lejos del barrio chino comercial que mostramos el día anterior. (aquí un mapa de la zona).

Barrio Chino residencialBarrio Chino residencial

En él callejeamos, viendo las coloridas persianas de los negocios.

Barrio Chino residencial

Visitamos (por fuera) sus 4 pequeños templos principales y que son importantes de cara al gran festival chino que hacen en febrero. (Dojindo, Kannondo,Tenkodo y Tekondo Fukken hall)

Barrio Chino residencial

Y también entramos a un antiguo almacén, que actualmente es un mini museo gratuito (Kura Museum), donde pudimos ver varias ilustraciones de como era el barrio en la época Edo (la mayoría de la información solo está en japonés aunque nos hicimos con un panfleto en inglés) porque, al igual que a los "holandeses" (occidentales), a la comunidad china la encerraron en esta zona, construyendo un muro y foso que impedía fugas. Se dice que en su máximo apogeo, albergó unas 2000 personas. 
Los comerciantes podían salir, con un permiso y vigilancia, a la zona de los almacenes en Shinchi.
 
Barrio Chino residencial
Barrio Chino residencial

Descubrir esta parte de la historia nos gustó mucho porque, de normal, se habla de Dejima, el aislamiento de los occidentales, pero no de otras poblaciones como la china, que también se vio afectada por estas medidas. 
Además, como ya venía pasando todos los días, en esta zona estuvimos solos. El turista desconoce este barrio y su historia. 
Nos alegramos de que Laura y Hira nos mostraran este pedacito de Nagasaki. ^_^

Para acabar el día, nos tenían organizada una Okonomiyaki Party. Haríamos okonomiyaki al estilo Osaka (el que no lleva fideos), bajo la "estricta" supervisión de "Hira Chef".



Visitamos de nuevo el supermercado local, nos pusimos a las órdenes de Hira chef y ¡A cocinar!



Bueno... no todo iba a ser seriedad en nuestra versión de Masterchef. 😂



¡El okonomiyaki estaba delicioso! Y lo pasamos genial.



Ahora bien, quien haya seguido nuestra aventura por Instagram, sabrá que justo al acabar esta noche Chicha se puso muy malita y tuvieron que salir corriendo a urgencias. (Ver video de Nipponismo donde lo cuentan).
Así que, la noche no acabó nada bien, nosotros mega, hiper preocupados sin poder dormir, esperando noticias... en fin. Por suerte llegaron a tiempo y todo acabó bien. ¡Pero pasamos muy mal rato, porque Chicha es de la familia ya!

El día siguiente haríamos las últimas visitas en Nagasaki y nos iríamos rumbo al siguiente destino. Pero eso, es otro día...


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