25 de febrero de 2019

Tokyo (Santuario Meiji, Harajuku, Shinjuku y Shibuya)

Normalmente la zona de Harajuku se suele visitar los fines de semana, especialmente los domingos, para verla con más ambiente: jóvenes vestidas de diferentes tribus urbanas, cosplays (aunque éstos se han trasladado más a otras zonas, como Odaiba), los rockabillis bailando... Pero estábamos cansados de las aglomeraciones así que decidimos ir entre semana y disfrutarlo con más calma.

Santuario Meiji

Cogimos la Yamanote hasta la bonita estación de Harajuku que, por cierto, no sabemos que será de ella. Estaban construyendo la nueva estación al lado y hay planes de eliminar la actual, pero por lo visto ciertas asociaciones intentan salvarla. A nosotros nos parece preciosa y sería una lástima que la cambien por otra de aspecto más moderno. 

Harajuku

Nuestra primera visita fue al Santuario Meiji, dedicado a las almas del emperador Meiji y su consorte, que subieron al trono en 1867 cuando el shogunato (gobierno militar) cayó ante las fuerzas del emperador aliado con los americanos. Tras su subida, Japón dejó la era feudal para encaminarse a un rápido cambio y modernización que lo llevarían a ser una de las potencias mundiales.

Santuario Meiji

Lo bonito del santuario en sí es el emplazamiento. A través de una enorme torii accedes a un sendero que se adentra en el bosque hasta llegar al santuario. Un rincón de paz dentro de la mega urbe. 

Santuario Meiji

En él te encuentras con los barriles de sake, que son donaciones de las empresas al santuario en agradecimiento por la buena cosecha. 

Santuario Meiji

Al final, el santuario en sí, con su fuente para purificarse, su árbol sagrado, sus souvenirs, amuletos, etc. Y es que no deja de sorprender como rentabilizan el tema. 
En parte es para recaudar dinero para las restauraciones, y justo en ese momento una parte del santuario estaba siendo reformado para celebrar el centenario en 2020.

Santuario Meiji

Tras esa relajada visita, decidimos tomar rumbo a la locura de Takeshita Dori. Aunque, por suerte, estaba menos concurrida que los fines de semana y pudimos pasear bien. 
La calle está repleta de tiendas con las modas más extravagantes, lolitas... 

HarajukuHarajuku

Pero también hay tiendas más normales como el Daiso (una cadena ideal donde comprar souvenirs baratos, muchos a 100¥, junto con la Don Quijote), una pequeña Disney Store, las famosas creps (¡Que por supuesto decidimos redesayunar! (539¥))...

HarajukuHarajuku

Fuimos bajando por ella tranquilamente, entrando en algunas tiendas o simplemente comentando las rarezas de otras. Al llegar al final, nos fuimos a Omotesando, una gran avenida donde el estilo cambia  radicalmente y pasas a ver tiendas de moda caras, de decoración, etc. Un ambiente diferente. 
Sin embargo en ella nuestro interés seguía centrándose en la parte friki: el Kiddyland, otra juguetería de varios pisos donde poder hacer compras.

Sobre las 13h nos plantamos en el famoso Gyoza Lou y pudimos entrar sin apenas hacer cola. Ahí el objetivo estaba claro: ¡Ponernos finos a gyozas! Y es que están muy buenas y baratas. Cada ración, donde van 6 gyozas, cuesta 290¥ (+8% de taxas. No se porque pero allí lo ponían por separado). 

Harajuku

Después nos fuimos a Shinjuku y su infernal estación. Es enorme y las más concurrida. A mi no me gusta nada pasar por ella y por eso no suelo elegir alojarnos en esa zona. 
Sencillamente nos dedicamos a callejear por Kabukicho, el barrio rojo, ver el ambiente, las y los hostes ¿buscando clientes/as?, el dichoso Robot Restaurant que de robots tienen poco y de ruidosos no veas... Tienen que tener fritos a los vecinos, de la escandalera que montan en la calle. 

Shinjuku
Shinjuku

Y, como no, reencontrarnos con Godzilla. ^_^

Shinjuku

Aquí volvimos a pecar con otras creps para merendar, por unos 500¥. Aunque estaban buenas, nos gustaron más las de Takeshita. 

Se acercaba la puesta de sol, así que tomamos rumbo a la zona oeste de Shinjuku, la ejecutiva. Llena de rascacielos y oficinas, nada que ver con Kabukicho.

ShinjukuShinjuku

Al llegar al TOCHO, Edificio del Gobierno Metropolitano, tuvimos que hacer un poco de cola para acceder a su mirador gratuito, pero logramos llegar para la puesta de sol.

Shinjuku
Shinjuku

Sin embargo, Jordi y yo nos dimos cuenta que esa vez estábamos subiendo a una torre diferente de las veces anteriores. Resulta que estábamos en la Norte, que por lo visto es la que suele estar abierta por la tarde/noche. 
La torre Sur solo está abierta al anochecer el segundo y cuarto lunes del mes, cuando cierra la otra. Y es justo donde habíamos estado las dos veces anteriores. ¡Pura casualidad, vamos!

Shinjuku

Pues bien, resulta que las vistas nos gustan más en la Sur. Por el simple hecho que se ve mejor la Torre de Tokyo y desde más ángulos. 
En cambio en la Norte solo se ve desde un pequeño rincón, porque el resto de cristaleras que tienen vistas a la torre pertenecen al restaurante y no se puede pasar. 
Vamos, que si se va por la mañana, cuando ambos están abiertos, preferimos la Sur. Pero es ya a título personal. 

Shinjuku
Shinjuku

Tras un buen rato tomando fotos y admirando las vistas, decidimos ir a Shibuya para verla con calma. Habíamos estado un par de días antes para el tour de los karts, pero apenas vimos nada más que la estatua de Hachiko.
Esta vez subimos al Starbucks, para observar el cruce, era viernes así que la afluencia de gente era brutal.

Shibuya

Después callejeamos cotilleando tiendas, entre ellas la Disney Store. La tienda Disney más bonita de las que hemos visto.

Shibuya

Dentro hay un montón de rincones y detalles dedicados a las películas, además de merchandising para adultos.

ShibuyaShibuya

También nos metimos en un centro comercial donde nos regalaron un pack de bebidas raras de Sapporo a cada uno, solo por hacernos una foto en el photocall. Fue muy raro, porque nos vinieron a buscar para participar (al no ser japos ni nos acercamos, pensamos que era solo para gente de allí que pudiera compartir la foto en las RRSS, pero no, nos animaron a ello jeje).

Tras el momento surrealista de Sapporo (tocaba pensar como envolver las botellas para que no reventaran en la maleta), decidimos regresar a cenar a la zona de Ueno, concretamente al Sukiya de Okachimachi que tanto nos gustaba. La idea inicial era repetir Genki Sushi o buscar otra cosa por Shibuya, pero era viernes noche y había demasiada gente. Así que volvimos a Ueno, cenamos por 500¥ cada uno y a descansar. Ya solo nos quedaban un día y medio... pero pensábamos acabar a lo friki, sin duda. ^_^

Ueno

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