Debo reconocer que, a diferencia de otras personas, ver auroras no era un sueño que tuviera desde hace tiempo. Pero tras nuestro viaje a Rovaniemi, donde nos hizo un clima desfavorable para semejante objetivo, noté que era un tema que me había dejado cierto vacío.
Quizás fue el hecho de buscar información para esa escapada, la que despertó
la ilusión por verlas, por fotografiarlas... Después de todo, ¿no sería
increíble vivir un fenómeno tan especial?
Sin darme cuenta, había puesto en mi lista un nuevo objetivo viajero: Ver
auroras.
¿Pero donde? ¿Cuando? ¿Como?... No dejaba de leer que era cuestión de suerte,
que bastante gente tarda varios viajes antes de lograr verlas... Y como
teníamos otros planes viajeros en mente, lo fui aparcando un poco.
Hasta que un día me crucé en Instagram con una cuenta que hablaba de "cazar
auroras". Ahí empezó todo, ahí empezó una gran aventura.