Y llegó nuestro último día en Berlín.
Nos quedaba mucho por ver (museos, memoriales...) pero de la lista que llevaba optamos por acercarnos al Treptower Park, ya que después tendríamos buena conexión para ir a la estación de tren. Y tampoco queríamos meternos en un museo y que no nos diera tiempo a verlo con calma.
Tras hacer el check-out y comprar el desayuno y la merienda en el chiringuito del metro (como voy a echar de menos esas pastas tan buenas) tomamos rumbo al parque.
Al llegar nos encontramos con un montón de obras y vallas que barraban los senderos. Sin un mapa que nos indicara bien como llegar al memorial que buscábamos optamos por ir en un dirección, ¡la incorrecta! Como no... tras un rato de rodeos y sortear barreras conseguimos llegar a la entrada del "Monumento de Guerra Soviético", que se levanta sobre 5000 tumbas de soldados soviéticos que cayeron durante la batalla de Berlín en 1945.