¡Y llegó el día de conocer a la estrella de Kumamoto y, posiblemente, de Japón! jeje. No hay mascota regional más conocida que: ¡Kumamon!
Como nos alojábamos cerca del Kumamon Square (del cual hablamos en la
entrada anterior), no hizo falta madrugar.
Desayunamos tranquilamente, enviamos las maletas desde el hotel a Tokyo (los
siguientes días iríamos con mochila, para facilitar la movilidad) y nos
plantamos a las 9:30h en la puerta para hacer cola, ya que abrían a las
10h.
Pues bien, ¡ya había gente esperando! Y ojo, la mayoría adultos. jaja. No me hizo
desentonar.
Os resumiré como tuvimos que hacer para verle, puesto que tras la reforma de
la oficina, han cambiado el sistema y, al menos de momento, ya no se necesita reservar.
Pero os recomendamos informaros antes, por si vuelven a cambiarlo (o incluso
ir el día antes a preguntar in situ, como hicimos nosotros).
En la web oficial hay un calendario con los días y horas en que hace acto de presencia Kumamon.
En la versión en inglés apenas hay info, pero en la de idioma japonés (usando google
translate) leí un aviso sobre "tener que obtener número por adelantado, el
mismo día".
Les escribí un mail en inglés, que respondieron ¡en japonés! Tenedlo en cuenta
jeje. Pero lo dicho, con el traductor deduje que había que ir un rato antes,
sacabas un número al azar (tipo lotería) que indicaba en donde te sentarías,
te apuntaban y ya volvías a la hora del encuentro.
Por aquel entonces, además, había dos tipos de encuentro, uno en que bailaba
en el escenario y se hacía fotos contigo y otro en que era solo fotos. Escogí
el primero, que además nos iba mejor por horario.
Y ahí estábamos, media hora antes de la apertura de la oficina (que era cuando
repartían los números), ya haciendo cola.
Tras conseguir nuestros números, nos fuimos a dar una vuelta por los grandes
almacenes donde está ubicada la Kumanon Square, para hacer tiempo (el encuentro era a las 11:30h).
Cuando regresamos cerraron la oficina y empezaron a llamar por orden a los
que teníamos nuestro ticket. ^_^
Y justo a la hora que tocaba, hizo su aparición ¡Kumamon! Os comparto un vídeo,
del momento en que se puso a hacer estiramientos y empezó a bailar la canción
principal.
Después dejé de grabar para poder participar con las palmas que tanto nos
animaba a hacer. jeje.
Al finalizar, se fue a su mesa de la oficina y uno a uno nos recibía, nos
entregaba su tarjeta y se hacía fotos con nosotros. ^_^
¿Mereció la pena invertir la mañana en esto? Para mí, ¡sí! jeje. Fue mi gran
frikada del viaje y me lo pasé en grande.
Pero entiendo que es algo muy personal. De hecho, nosotros sacrificamos la
visita a los jardines Suizenji por ello.
Como ya era mediodía, fuimos a comer a un restaurante que fichamos la noche
anterior: "Aka Ushi dining yoka yoka", donde comimos unos bols de arroz con ternera wagyu de la zona, muy bueno,
por 2290¥ el bol.
Esa noche dormíamos en Aso, para el día siguiente no tener que madrugar tanto
a la hora de pillar el bus a Kurokawa, que salía de Kumamoto a horas
intempestivas. (Os lo explicamos en el post del
alojamiento de Aso). Y tras ver la baja frecuencia de trenes, en especial de los directos,
optamos por ir pronto a Aso y despedirnos ya de Kumamoto.
Tras una hora y cuarto en tren JR, llegamos a la estación de Aso, desde la
cual destaca el impresionante volcán que le da nombre.
El monte Aso tiene una de las calderas más grandes del mundo y se encuentra
activo.
Y a pesar de que se pueden hacer varias excursiones por la zona, y por las laderas del volcán,
hay que consultar siempre antes la información pertinente, puesto que si hay actividad
volcánica, cierran algunas áreas. (En la
Japanguide
tienen información y el enlace a la web de alertas. Además, en la estación de
tren hay una oficina que te informa de que actividades se pueden realizar y
donde).
Nosotros solo teníamos unas pocas horas por la tarde, así que, visitamos la
tienda de la estación (donde había un mercado de productos locales), compramos
unas camisetas de Kumamon, y degustamos un helado de leche de granjas de la
zona. Buenísimo.
¡Por cierto! Nada más salir de la estación, te encuentras con una de las
estatuas de One Piece (cuyo autor es de Kumamoto).
Hay varias repartidas por la prefectura y las tenemos localizadas en nuestro
friki mapa.
Tras hacer check in en
el hostel, y ver que no nos habían sabido decir que restaurantes abrían para cenar (hay
MUY pocas opciones, aparte del combini), nos acercamos de nuevo a la oficina
de la estación, que nos mencionaron uno que cerraba a las 21h.
Aún teníamos un poco de margen, así que nos acercamos a un baño termal que
hay justo al lado.
No íbamos con la intención de entrar, sino de usar los baños de pies que
tienen en el exterior y que son gratuitos. (Recordad llevar siempre una
pequeña toalla a mano)
Dimos una pequeña vuelta por la aldea, de verdad que hay muy poca cosa.
Y nos fuimos a cenar a la cafetería recomendada, donde comimos un curry con
langostinos fritos muy bueno, por tan solo 800¥ el plato.
Tocaba ir pronto a descansar, para madrugar y poner rumbo al que sería, hasta
el día de hoy, la aldea balneario más top que hemos visitado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario