18 de noviembre de 2018

Kyoto (Paseo en Kimono por Higashiyama y admirando Geikos en Gion)

Llegaba un día especial del viaje para mi hermana. Tocaba hacer efectivo el vale regalo que recibió en su cumpleaños y cumplir un sueño: ¡Nos vestiríamos con kimono y pasearíamos por una de las zonas más tradicionales de Kyoto!

Higashiyama en Kimono

Como ya expliqué en el post de preparación, tras buscar en Internet las diferentes empresas de alquiler de kimonos, me decidí por Wargo. Básicamente por tres motivos: Por ubicación (una de sus tiendas está al lado del Kiyomizudera, donde yo quería empezar el paseo), porque justo esa tienda es pequeña y no atienden a 20 personas por turno (ergo, te evita empujones y peleas por los kimonos jeje) y por precio.
Y es que, al ser temporada MUY alta, la mayoría no dejaban reservar el plan Standard (el más sencillo y barato), te obligaban a escoger sus planes más caros. Menos Wargo, ellos sí que dejaban. 
¿Diferencia? Pues el tipo de kimonos. En los planes más caros te dejan escoger entre más variedad y por lo que vi, eran kimonos muy llamativos incluso diseños modernos, y el tipo de complementos. 
Conociendo nuestros gustos, ambas escogeríamos colores menos brillantes, algo más sobrio y diseños más clásicos... justo los que entran en el plan standard, así que no veía razón para pagar más. 

Reservé con tiempo en la web, para poder escoger la primera hora y así disfrutar el máximo de tiempo con él puesto y poder escoger entre más variedad de diseños.  
En el alquiler entra el kimono, la sandalias típicas, bolso y los tabi (calcetines que luego te regalan). Además, pagué el suplemento para que nos peinaran y así ir bien acorde con la vestimenta. Todo nos salió por 4100¥ cada una. 

KimonoKimono

Llegamos un poco antes de que abrieran y los chicos decidieron ir a dar una vuelta, pensando que tardaríamos en salir (error, te visten muy rápido, así que mejor que los acompañantes se esperen). 
En el primer turno estábamos nosotras y tres chinas, que por suerte habían escogido el plan superior y, por tanto, no nos pelearíamos por los kimonos. jeje 
Tanto mi hermana como yo lo vimos claro y nos decidimos muy rápido: ella, uno decorado con el motivo del hanami, y yo, otro rojo con flores. 

Higashiyama en Kimono

Así que, tras dejar nuestras pertenencias y ropa en una bolsa con un número (que guardamos para identificarla a la vuelta), dos mujeres mayores empezaron a vestirnos. 
Primero ellas te dan una especie de "camisón" a modo de ropa interior, que te pones para que el kimono no toque la piel, y a partir de ahí vienen unas cuantas capas y complementos que ayudaran a ajustar el kimono. 
Dos consejos: 1, Ir primero al baño (tienen en la tienda) y no tomar mucho líquido para desayunar, porque no se puede ir al baño hasta que te lo quitan, y 2, cuando te ponen como una especie de tira rígida ancha encima del "camisón", sacar barriga porque van a apretar mucho. 
Yo no caí en eso y casi me quedo sin aire... Mi hermana fue más lista y luego podía respirar mejor. 

La velocidad con la que van poniendo las capas de tela, los lazos, etc. nos dejó alucinadas. 
Al finalizar pasamos a peluquería donde nos mostraron diferentes estilos, pero les dijimos que escogieran ellas el más fácil (en especial por mi hermana, que tiene muuuucho pelo y rizado y la cara de la japo al coger la melena fue de: ¿Porque a mí? jaja). 
De nuevo, no se como lo hicieron, pero fueron muy rápidas y, en poco tiempo ya estábamos escogiendo las sandalias y los bolsos que más nos gustaban.

Pues nada, nos comentaron que podíamos volver cuando quisiéramos antes del cierre, nos dieron un vale de 10% de descuento para su tienda donde venden complementos preciosos y... ¡a pasear!

Higashiyama en Kimono

Los chicos todavía no habían vuelto, y como no sabíamos donde estarían, nos quedamos en la entrada pasando un poco de vergüenza porque cada grupo de chinos que pasaban nos pedían hacerse fotos con nosotras. ¡Los chinos! Flipábamos. jaja 

Cuando los vimos venir a lo lejos, empezamos a dar los primeros pasitos cuesta arriba para ir a su encuentro. Al principio cuesta un poco, pero la verdad es que le cogimos el ritmo pronto. 
Para empezar nuestra ruta subimos hasta la entrada del Kiyomizudera. 

Aunque es un templo cuyo recinto nos gusta mucho, ahora mismo tenía la terraza principal en obras, totalmente cubierta, y decidimos no pagar por entrar y quedarnos por la zona exterior. (ver post de 2016 sobre el templo)

Higashiyama en Kimono
Higashiyama en Kimono

Aquí empezó la sesión fotográfica, y es que nuestros respectivos se transformaron en unos auténticos paparazzi, indicando donde ponernos, buscando nuevos lugares donde posar (quedaban un par de cerezos en flor), etc... Nosotras alucinamos con ellos. jaja Fue divertido. 

Higashiyama en Kimono

Por cierto, que nos seguían haciendo fotos otros "orientales", a pesar de estar lleno de chinas y japos con kimonos... ¿Tanto les llama la atención que lo vistamos las occidentales? 

Después empezamos a recorrer las calles tradicionales de Higashiyama, bajando por las famosas Ninenzaka y Sannenzaka. Dos tramos de escaleras en los que hay que vigilar y no tropezar, porque dicen que según donde lo hagas tendrás dos o tres años de mala suerte (Ni = 2, San = 3).

Higashiyama en Kimono

Pues nada, pasito a pasito, con calma, y admirando las preciosas tiendas de artesanía y productos gastronómicos, conseguimos bajar sin tropiezos.
Higashiyama en Kimono
Higashiyama en Kimono

Eso sí, la tienda que más rato nos robó fue, sin duda, el Donguri Garden que han abierto al final de la Ninenzaka. Una de las tiendas Ghibli más bonitas que vimos.

Higashiyama en Kimono

Al final del paseo acabamos llegando al Maruyama Park, donde se encuentra el santuario Yasaka, que a pesar de no tener ya cerezos en flor, seguía siendo un bonito lugar para pasear y hacerse fotos.

Higashiyama en Kimono
Higashiyama en Kimono

El problema era pararnos a comer en la zona. Optamos por lo fácil, tirar de los puestecillos de feria que había en el parque: yakisobas, takoyakis... No es que sean los más buenos pero no nos queríamos complicar mucho. ¿Lo mejor? Los Taiyakis de crema de postre jeje (gofre relleno de crema con forma de pez).

Tras dar una última vuelta por el parque, decidimos desandar el camino, porque íbamos a tardar un rato y los pies empezaban a estar algo doloridos.
Para cuando llegamos a la tienda, llevábamos 6 horas con el kimono y las sandalias. ¿Nada mal, no? jeje

Eso sí, suerte que te lo quitan a la velocidad de la luz, porque las dos corrimos al baño. jaja

Como no habíamos comido mucho (a mí, con el kimono tan apretado, tampoco es que me entrara demasiado), decidimos acercarnos al Starbucks que hay al final de la Sannenzaka. Abierto el año pasado, en una de las casas tradicionales, creemos que es el local de la cadena más bonito del mundo.

Higashiyama en Kimono

Los pasillos son estrechos y las salas de tatami estaban llenas, así que no quisimos molestar haciendo muchas fotos... pero merece la pena entrar. Cierra a las 20h, igual venir más tarde hubiera sido mejor idea. Pudimos sentarnos, pero de milagro.

Higashiyama en Kimono

Tras descansar un poco los pies, decidimos acercarnos a alguno de los barrios de Geishas que hay en Kyoto. Yo sabía que al día siguiente visitaríamos el de Miyagawacho (muy cerca de la zona de Higashiyama, donde estábamos) así que, no comenté nada a mi hermana (era una sorpresa) y propuse ir a pasear por las zonas de Shirakawa y de Gion. (En el artículo de Japonismo se puede leer sobre los diferentes barrios o hanamachis de Geikos, como se las conoce en Kyoto, y ver los mapas).

La zona del riachuelo Shirakawa es de mis favoritas. Rodeada de antiguas casas de té y restaurantes tradicionales tiene un aire casi místico al atardecer.

Gion
Gion

Tuvimos suerte porque vimos alguna Maiko paseando bastante tranquila, todavía no se había congregado mucha gente.

Gion
Maiko

Después nos fuimos hasta la zona principal de Gion, con la calle Hanami-Koji a reventar de turistas que las Geikos y en especial las Maikos (aprendizas) intentan esquivar. Allí ya apuraban el paso y hasta corren. Nosotros solemos salirnos de esa avenida principal y callejear por zonas más tranquilas, donde es más fácil verlas caminar relajadamente.

Gion
Geiko
Gion


Pudimos ver 5 Geikos y 4 Maikos (en la web de Japonismo enseñan a diferenciarlas, pero unas pistas rápidas serían: Mangas largas, muchos adornos en la cabeza, colores llamativos y Obi (cinturón), que cuelga casi hasta el suelo, son Maikos. Mangas más cortas, colores sobrios, sin adornos en la cabeza, y el Obi es cuadrado, sin colgar hasta el suelo, son Geikos).

Gion
Geiko (Geisha)
Gion
Maiko

Nosotros nunca les cerramos el paso, nos manteníamos a distancia, quietos, para no molestar en un lado de la calle y ellas suelen pasar tranquilas. Pero la verdad es que al final casi preferimos admirarlas que no intentar sacar fotos de noche, porque muchas salen movidas y te pierdes el poder disfrutar de verlas. Me siguen pareciendo fascinantes, la perfección de la tradición japonesa.

Hablando con los de Japonismo, la próxima vez cambiaremos de estrategia. Si queremos fotos, iremos a los otros hanamachi y les pediremos permiso explícitamente. Porque al final son personas que tienen trabajo y no una atracción a nuestra disposición.
En Gion se sienten acosadas y han tenido que poner carteles, que muchos turistas se pasan por el forro... Pero sabemos que en otras zonas se paran si se lo pides con respeto, hablan con la gente, etc... De hecho, pudimos comprobarlo al día siguiente.

Tras un rato de callejeo decidimos pasarnos por Pontocho y sus callejones.

Gion

En esa zona muchos restaurantes tienen vistas al río, pero son algo caros y nosotros teníamos en mente el sushi giratorio que había cerca, en la calle Kawaramachi: ¡¡Kappasushi!! (ver post sobre restaurantes)

Para los que no somos fans del sushi crudo, ésta es una opción genial y divertida. Tienen variedad y al poder pedir por pantalla se hace muy cómodo. ^_^
Y al ser barato, nos llenamos por 2300¥ cada pareja.


Había sido un día estupendo. Otro de los top del viaje, al menos para mi hermana y para mí. Es lo que tiene cumplir sueños. jeje
Pero tocaba ir a dormir pronto, al día siguiente íbamos a madrugar de lo lindo y por la tarde caería otra sorpresa... ¿Le gustaría a mi hermana?

Higashiyama en Kimono

2 comentarios:

  1. Muy bonitas fotos y ahora nos queda más claro la diferencia entre Maiko y Geisha. Nos leemos.

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    Respuestas
    1. Gracias!!
      En cuanto a Geishas y Maikos, los expertos son Japonismo jeje en su blog tienen varios artículos explicando bien cada detalle que las diferencia, por si os interesa el tema ;)

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