Empezaba nuestro segundo y último día de la escapada express a Milán/Bérgamo y yo me levantaba con faringitis (una vieja amiga a la que conozco bien) y el cuerpo hecho polvo. ¡Yuju!.
Pero si Jordi aguantó recorrer Tokyo con fiebre yo no iba a ser menos, así que botiquín y ¡p'alante!.
Por suerte, teníamos tiempo de sobras para ver Bérgamo. El avión no salía hasta la noche y la zona de la Città Alta, la que mas nos interesaba, es pequeña y fácil de recorrer.
Lo primero era intentar fortalecer mi cuerpo y el desayuno del B&B me ayudó mucho. Teníais que ver mi cara de ilusión cuando, entre los productos típicos de un buffet (cereales, zumos, pastas etc.), veo embutidos de la zona. ¡Con lo que me gustan!
Pero si Jordi aguantó recorrer Tokyo con fiebre yo no iba a ser menos, así que botiquín y ¡p'alante!.
Por suerte, teníamos tiempo de sobras para ver Bérgamo. El avión no salía hasta la noche y la zona de la Città Alta, la que mas nos interesaba, es pequeña y fácil de recorrer.
Lo primero era intentar fortalecer mi cuerpo y el desayuno del B&B me ayudó mucho. Teníais que ver mi cara de ilusión cuando, entre los productos típicos de un buffet (cereales, zumos, pastas etc.), veo embutidos de la zona. ¡Con lo que me gustan!