Pasamos parte de nuestra última mañana en Tokyo, paseando bajo la lluvia, en
una búsqueda infructuosa a la que arrastré a Jordi.
Y sí, ya adelanto el resultado. jeje Acompáñenos en esta divertida historia...
Ya he comentado, en varios, post que colecciono gojoin (los sellos de
caligrafía de los castillos).
Pues bien, buscando en webs en japonés (donde vienen listas de los
posibles sellos por zonas), encontré una que mencionaba el antiguo Castillo Edo, es
decir, el actual Palacio Imperial de Tokyo. (El castillo no se conserva en la
actualidad, más que algún muro y alguna ruina)
Seguí intentando localizarlo y leí algo sobre "el sello" ubicado en las oficinas de
información que hay fuera del palacio, en el parque.
Pues nada, allí que nos fuimos con la lluvia. Nos bajamos en Yurakucho y de
paso vimos la estatua de Shin-Godzilla que está delante de los cines
Toho.
Es algo más grande que la clásica que había en
2012, pero tampoco creáis que es tamaño edificio ni nada.
¡Lo que no esperábamos era ver una promo de Godzilla minus one!
Pues nada, caminamos por el parque (quien haya estado allí sabe que es grande)
hasta el punto de información.
Allí la chica me muestra el típico sello de goma para sellar en una libreta, pero me dice que no venden el gojoin, que intente preguntar en la tienda que está delante del museo, donde
los jardines.
Pues nada, sigue lloviendo, pero nosotros a patear por el parque para entrar en
los jardines...
Llegamos a los jardines, entro en la tienda y... ¡Lo sentimos pero aquí no se vende!
Le entiendo a la dependienta que se trata de algo especial, en eventos temporales. Intento
buscar esa información y logro fijarme en la web que lo anuncia: es una
asociación que quiere reconstruir el castillo Edo. Y efectivamente, lo venden
en los eventos a los que van.
Hemos caminado bajo la lluvia para nada. ¿Lo mejor de todo? Al día siguiente
estarían en uno de esos eventos, en el parque Ueno. ¡Delante de nuestro hotel!
Noooo, no cantéis victoria aún. Nuestro vuelo salía por la mañana y teníamos
que ir al aeropuerto MUY temprano.
Esos momentos piensas en Murphy riéndose de ti...
Pues nada, que le vamos a hacer. Decidimos ponernos a cubierto y empezar a
realizar compras. Pasamos por las tiendas frikis de la Tokyo Station, entre
ellas la Pokemon Store y la Donguri Garden de Ghibli, pero es muy pequeña y
decidimos ir a la de la Tokyo Skytree para acabar de comprarle regalitos a
mi sobrino.
Luego regresamos a Ueno y comimos unos gyudon en el Sukiya (1320 ¥ los dos).
Después seguimos de compras por la zona, entre el Takeya y el Donki acabamos
comprando los típicos Kit-Kats, curry... y una bolsa isotérmica del Totoro para los tuppers, que encontré en el Donki.
Al finalizar las compras, nos fuimos al hotel a ordenarlo todo en las maletas, confirmar que
cabía todo bien y aprovechar unos últimos paseos por Ueno.
Esta vez nos adentramos en los callejones de la zona oeste, que viene a ser un
barrio rojo con establecimientos tipo clubes, pubs, etc. además de algún que
otro restaurante o izakaya.
El viaje iba llegando a su fin y Jordi quería acabarlo como empezó: Cenando un
ramen en el Ichiran. (2240 ¥ los dos)
La última noche siempre cuesta regresar al hotel. Pocas ganas de despedirse
del lugar...
Del día siguiente no pudimos aprovechar nada. Bien temprano nos fuimos a la
estación Keisei-Ueno (justo delante del hotel) y, al ver que nos daba tiempo a
pillar el tren de antes, preguntamos si podíamos cambiar los billetes que
habíamos comprado online y nos dijeron que ningún problema.
Así pues, nos subimos al Skyliner, que va directo a Narita (2300 ¥ por
persona y tarda 40 min).
Nos compramos unos onigiris para dar un último bocadito japonés en el avión,
facturamos y pasamos los controles sin problemas y al avión con KLM.
El vuelo largo fue genial, la comida y snacks estaban bien, los baños limpios
y la oferta de entretenimiento también bien.
En Amsterdam fueron amables y hasta hicieron alguna coña en el control.
Eso sí, en el vuelo corto iba un grupito un tanto ruidoso y poco pudimos
descansar. (Como se notaba que ellos no venían de la otra punta del mundo. En
fin...)
Y hasta aquí nuestro sexto viaje a Japón. ^_^
En el siguiente post, conclusiones y presupuesto.
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