23 de mayo de 2025

Excursión al Monte Takao

Para este día organizamos una excursión de naturaleza, senderismo y, como no, templos: El Monte Takao
Que está considerado un monte sagrado y desde cuya cima, si hay suerte, se puede observar el monte Fuji.

Se encuentra en el área metropolitana de Tokyo, a unos 50 minutos en tren desde Shinjuku, y tiene mucha fama entre los japoneses. Así pues, escogimos no ir en fin de semana porque es cuando se llena más de excursionistas. 

Monte Takao

En Takao hay varias opciones de rutas de diferentes niveles de dificultad, y, por tanto, me las miré bien para ver cual se adaptaba mejor a nosotros. 
Encontré un par de mapas y una web oficial, muy útiles para ver los recorridos y niveles de dificultad de cada ruta. (mapa 1 y mapa 2)

Lo más normal es subir con el funicular o el telesilla el primer tramo. Y de ahí, tomar la ruta 1 para ir al  templo Yakuoin (unos 20 minutos a pie) y, si se quiere, después acabar subiendo a la cima (otros 30-40 minutos a pie). Esta ruta está pavimenta, es ancha y de fácil acceso entre la zona centro y el templo.  Después del templo, sin embargo, vienen algunas escaleras.
Ahora bien, si se quiere subir entera a pie (sin usar el funicular ni telesilla) hay que tener en cuenta que justo ese primer tramo es muy inclinado. Nosotros lo hicimos de bajada y vigilando las rodillas, la gente que subía resoplaba. En cambio, de la zona centro hacia arriba es asequible. 

Nosotros hicimos la ruta normal de subida, pero para bajar nos apetecía hacerlo por alguna otra. 
Estuvimos mirando tanto la ruta 3 (que pasa por el bosque) como la 4 (que pasa por un puente colgante), ambas de dificultad asequible, al menos de bajada,  y que te dejan de nuevo en la zona centro. 
Una vez en la zona centro, según las fuerzas y el día que tuviéramos, decidiríamos si bajar a pie por la ruta 1 o utilizar de nuevo el funicular. 

Monte Takao
Además de un par de rutas difíciles, también hay un par de circulares (la ruta 2 en la zona media y la ruta 5 en la cima), que nosotros no hicimos pero que son fáciles. 
Por último, a la largo de la ruta 1 se encuentran varios baños, tiendas y pequeños restaurantes, donde comprar algún refrigerio o comer. 

Pues con toda la información, nos fuimos a Shinjuku a por el tren de la línea Keio que nos dejaría en la estación de Takaosanguchi (430 ¥). Hay que fijarse en subirse al que va directo, que por la misma vía pasan otros trenes que obligan a hacer trasbordo.  
Si se tiene el JR Pass, hay que tener en cuenta que te deja en la estación Takao y ahí hay que cambiar a la Keio-takao (que se paga aparte) para ir a Takasanguchi (ver mapa de conexiones).

Una vez en la estación, nos pasamos por la oficina de turismo, cosa que aconsejamos, y vi que una chica estaba afuera repartiendo unos mapas y dando unas explicaciones a quienes nos acercábamos. 
Por desgracia para mí, no fueron buenas noticias: 
1- La ruta 4, la del puente, estaba cerrada por mantenimiento. (Es la que habíamos escogido de bajada, pero bueno, nos quedaba la del bosque. Sin problema, nos adaptamos)
2- El onsen, que está justo al lado de la estación, también estaba cerrado por mantenimiento. (Aquí me dio un poco de bajona, porque el plan ideal era meterse en remojo a la vuelta de la caminata. Una lástima, pero bueno).
3- ¡El funicular también estaba en mantenimiento! Si me vierais la cara intentando disimular, porque la chica sonriendo me decía: ¡Pero desde el telesilla el paisaje es precioso!
Sí, precioso... para alguien sin vértigo, claro...

En fin, no quedaba otra, si no quería empezar reventándome las piernas, tocaba mirar al frente y aguantar los 12 minutos suspendida en el aire.
Nos fuimos paseando por el pequeño pueblo, observando las tiendas y restaurantes que aún no estaban abiertos. 

Monte Takao
La estación del telesilla estaba casi vacía, a esas horas éramos pocos y además era temporada baja. 
Pagamos los 490 ¥ que vale el billete solo ida, con las IC card (porque además, ahora tenía más claro que pensaba bajar a pie jajaja) y p'arriba Vero, sin mirar apenas...

Porque a todo esto, aunque hay una red abajo, ¡no tienes sujeción! Y subes y bajas en marcha. (Hay personas para ayudarte por si tienes dificultades)

Monte Takao Monte Takao

Al llegar, por suerte, había recompensa: los Tengu-yaki. Un taiyaki pero con forma de tengu (una criatura divina relacionada con esta montaña) y relleno de anko hecho con judía negra de Hokkaido (200 ¥). ¡Estaban deliciosos!

Monte Takao
Iniciando la ruta 1, rumbo al Yakuoin, te encuentras con un parque de macacos, al cual nosotros decidimos no entrar porque están encerrados y ofrecen espectáculos, cosa que no nos gusta nada. 

Un emblema del monte, que está justo en esta zona, es el Takosugi. Un cedro sagrado enorme, centenario, cuyas raíces se asemejan a un pulpo. O eso dicen. 
Se cree que tocarlas trae buena suerte, pero para protegerlo han vallado esa parte del árbol. ¿Solución? Una pequeña estatua con forma de pulpo, que han puesto justo al lado, y que está vinculada al cedro. Así pues, tocas esa estatua y es como si tocaras el árbol sagrado. 
Por cierto, Jordi decidió que la parte vallada no era fotogénica así que no tengo imagen de ella, si es que... jeje

Monte Takao Monte Takao

Al lado había una esfera de piedra negra pulida, con un kanji, y una rueda, también de piedra, para girar. A lo largo del camino, se encuentran varias de esas piedras esféricas, dedicadas a los ojos, oídos, nariz, lengua, cuerpo y mente (según el kanji que tengan escrito). Para purificar cada parte o sentido, tocas la esfera y haces girar la rueda mientras rezas. 

Después nos encontramos con la Josen-mon, la puerta de entrada a la montaña sagrada, donde no está permitido matar a ningún animal. 
Y es aquí donde confluyen los senderos de las rutas 3 y 4. 

Monte Takao
Seguimos recto, por la ruta 1, el camino pavimentado y sencillo de recorrer, rodeados de árboles altos  

Monte Takao
Hasta que llegamos a la Otoko-zaka (cuesta de los hombres) y la Onna-zaka (cuesta de las mujeres). 
A la derecha, un cuesta suave pero larga, rodeando la subida, a la izquierda 108 escalones con bastante inclinación. 
¿Por que 108? Pues según leímos, simboliza el número de tribulaciones humanas a las que, a menudo, se hace referencia en el budismo.

Monte Takao
Optamos por la de los hombres, y a subir escaleras se ha dicho.

Monte Takao
Justo después de la subida, nos encontramos otras pequeñas escaleras a mano derecha. Y eran un acceso a la Estupa de las Reliquias de Busshari, aunque la entrada principal está más adelante y en llano, donde los caminos vuelven a confluir.

Monte Takao
De estilo hindú, alberga un hueso de Buda donado por un templo de Tailandia. 

Monte Takao
Un tramo más de caminata y llegamos al Yakuo-in, un templo construido en el 744 (aunque ha sufrido varios reconstrucciones posteriores). 
Es uno de los tres templos principales de la secta Shingon y los monjes practican Shugendo (una forma de ascetismo en la montaña).

Monte Takao
Se dice, desde hace mucho tiempo, que Takao es una montaña habitada por los Tengu y existen numerosas estatuas y representaciones en todo el recinto, tanto en su versión con nariz alargada, como con pico de pájaro. 
Estas criaturas mitológicas, consideradas también kamis (divinidades), pueden ser vistas tanto como protectores de los bosques como seres perturbadores y peligrosos, grandes espadachines e incluso "instructores" de algún que otro gran samurái, como la leyenda del Monte Kurama y Minamoto no Yoshitsune.

Monte Takao
El recinto es grandecito y con escaleras de por medio. Como por ejemplo las que te llevan al salón principal. 

Monte Takao
De ahí, hay otras escaleras a mano izquierda que suben hasta el salón Izuna Gongen y que están coronadas con una torii sintoísta (de la época en la que las dos religiones no estaban del todo separadas). 

Monte Takao
Al lado del salón budista encontramos un pequeño santuario Inari. 

Monte Takao
Y por detrás de estos podemos seguir por la ruta, a ratos pavimentada con una tarima de madera, hasta la cima. 

Monte Takao
En la cima hay un cartel indicando la altura (casi 600 m) donde todo el mundo se hacía foto. Nosotros nos ofrecimos a hacérsela a una familia japonesa y ellos insistieron en devolvernos el favor. 

Monte Takao
Desde allí, con suerte, se puede ver el Fuji. Y nosotros fuimos afortunados porque durante unos breves minutos se dejó vislumbrar. ^_^ (Seguimos pensando que al Fujisan le caemos bien, porque siempre nos deja saludarlo)  

Monte Takao
Se confunde un poco con el blanco de las nubes
En la zona hay tiendas, restaurantes, baños, mesas para picnic... Pero como íbamos con tiempo y sin hambre, decidimos emprender la bajada por la ruta 3, la del bosque. 

Monte Takao Monte Takao

El camino es bonito, pero a veces bastante inclinado, con raíces o escalones. Y, en algunos tramos, muy estrecho. Ni cabe decir que hay que ir con buen calzado y calma. 
De bajada lo hicimos bien, pero los que venían de subida lo hacían resoplando (incluso chicos jóvenes). 
Bajamos con calma, porque había barro de las lluvias del día anterior, y hasta la zona del telesilla tardamos unos 40 minutos. 


Una vez ahí, bajamos por lo que quedaba de la ruta 1 hasta abajo del todo. Un camino de cemento muy inclinado y donde había que ir clavando piernas. Ojito si se sufre de las rodillas. 

Monte Takao
Media hora después estábamos de nuevo en el pueblo y dimos con un restaurante muy bonito para comer: Takahashiya.

Monte Takao
Monte Takao
Comimos un tempura soba calentito y súper bueno que nos devolvió todas las energías. (1400 ¥)  
Eran las 14h cuando llegamos de vuelta al pueblo y no había nada de cola para el restaurante. 

Monte Takao
Tocaba regresar a la estación y nos sorprendió ver que justo al lado había una fuente, con cubos y cepillos, para que la gente pudiera limpiarse el barro del calzado antes de subirse al tren. 
Era la primera vez que veíamos algo así y nos pareció muy buena idea. 


A la vuelta caímos dormidos en el tren, la mañana había sido intensa pero muy bonita. Sin duda, ésta excursión había sido todo un acierto. 

Para finalizar el día, decidimos frikear un poco por el centro comercial PARCO de Shibuya e irnos a cenar al hotel unos takoyakis comprados en nuestro local de confianza de Ameyoko. ^_^

Tokyo Tokyo

Tocaba irse a dormir para afrontar el último día del viaje, para el que encima daban lluvias. A ver que planes haríamos. 

Tokyo



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