25 de junio de 2017

Hikone y Kyoto station

Este día nos permitimos no madrugar en exceso y nos tomamos el sábado con tranquilidad. 
Habíamos decidido visitar Hikone, una población cercana al lago Biwa y perfecta para una pequeña excursión desde Kyoto. 
Su mayor reclamo: el castillo.

Hikone

Llegamos a la estación de Hikone un poco antes de que abriera la Oficina de Turismo, pero una señora salió a darnos mapas e información del castillo en inglés. ¡Todo un detalle!

Dimos un paseo hasta el recinto del castillo y lo primero que nos encontramos fueron los establos, donde nos informaron de los horarios en que haría su gran aparición el personaje mas famoso del lugar. Con mucha ilusión por conocerle, afrontamos la subida hacia la torre principal. Y es que, a falta de pasillos laberínticos como en Himeji, este castillo lo asentaron en una colina. 

Hikone
Hikone

La entrada al castillo y a los jardines cuesta 600 yens, que es la que compramos, pero también se puede visitar el museo con una entrada combinada de 1000 yens. 
Al llegar arriba, cruzamos un puente de madera diseñado para ser destruido fácilmente en caso de ataque y dificultar así el acceso al enemigo. 

Hikone

Construido en 1622, su torre principal es bastante mas pequeña que la del imponente castillo de Himeji pero, al igual que su hermano mayor, nunca ha sido destruida. Volvíamos a pasear por pasillos llenos de historia. 

Hikone

Será mas pequeño, pero ¡ojo!, que sus escaleras son mucho mas empinadas y estrechas que en otros de mayor envergadura. Tanto, que mucha gente optábamos por bajarlas de espalda y bien agarrados.
La visita se hace bastante rápido, pero nosotros nos lo tomamos con calma, de nuevo fijándonos en detalles de la torre como, por ejemplo, sus sistemas de defensa. 

Hikone

Al salir, nos pusimos a esperar al famoso personaje que haría su aparición en breve. Al rato, salieron los organizadores para poner orden entre el público expectante. En lugar de poner vallas, para mi asombro, marcaron con agua unas líneas en el suelo y los japoneses empezaron a ubicarse tras ellas, con orden. Nos fijamos también que los que estaban en las primeras filas, niños y adultos, se sentaron para dejar visión a los de atrás, así que procedimos igual y nos sentamos. 
Yo seguía sin verlo claro... mucho niño y poca valla. jajaja Y llego el momento, ¡Hikonyan hizo su aparición!

Hikone Hikone

¿Un gato samurai? ¡Pues sí! jeje. En Japón cada región, muchas ciudades e incluso monumentos, tienen mascota y algunas llegan a ser muy populares. Entre ellas Hikonyan, el gato samurai de Hikone. ^_^
Y ahí estaba, rodeado de niños, pasando por el lado de ellos y ni uno solo traspasó la línea del suelo... No se a los demás, pero a mi me sigue asombrando. jeje Y os aseguro que causaba furor.
¿Y que hace Hikonyan? Pues estuvo una media hora posando con diferentes objetos, haciendo bromas con los organizadores, pidiendo sushi porque tenía hambre... ¡Incluso pidiendo que lo acicalaran! Lo peques se lo pasaban en grande. Y porque negarlo... yo también. jeje




Lo que era de agradecer es que posaba lentamente hacia todos los lados, para que todo el mundo pudiera sacarle bien las fotos. 
Para los que van con niños o son niños adultos, como nosotros, es un momento divertido.

Tras despedirnos del simpático felino, bajamos por la parte trasera del castillo hacia el foso y en dirección al jardín Genkyuen.

Hikone
Hikone

Este jardín, construido para entretener a la familia y los invitados del señor feudal, bien merece la pena una visita. Aunque veníamos de ver, el día anterior, uno realmente precioso, éste también nos gustó mucho. 

Hikone
Hikone

Además hay unas bonitas vistas de la torre del castillo. 

Hikone

Finalizada la visita, tomamos rumbo a la Yume Kyobashi Castle Road, una calle comercial que conserva los edificios de la época Edo y el ambiente de la antigua ciudad fortificada.
Hoy en día son tiendas y restaurantes con algún pequeño templo de por medio. 

Hikone

Nosotros decidimos comer en un restaurante (hacia el final de la calle) que servía hamburguesas de ternera Omi, otra variedad de carne wagyu como la Kobe o la Hida.
Las hamburguesas eran pequeñas pero deliciosas (1500 yens los dos).

En el mapa que nos habían dado en inglés no salía una zona que yo quería visitar. Se trata del Serigumi Kumiyashiki, el barrio extramuros donde vivía la infantería en la época feudal para proteger la ciudad. 
Solo tenía la ubicación, gracias a la gente de Japonismo, así que pensamos en simplemente dar una vuelta por el barrio y ya. Pero al cruzar la calle (justo donde se acaba Yume Kyobashi Castle Road) vimos un cartel con un mapa en perfecto japonés del barrio en cuestión. No entendía nada, pero vimos que marcaban varias casas y, en especial, resaltaban una en rojo (con el nº7). Así que trazamos un mini mapa en nuestra mente para pasar por alguna de ellas y llegar a la roja. 
El barrio es muy tranquilo, de ambiente familiar y calles estrechas. Algunas de las casas tenían aspecto antiguo y, en especial, la que estaba resaltada en el mapa.

Hikone
Hikone

Me fijé que estaba abierta, y se veía algún cartel informativo (en japonés), así que me aventuré a entrar, respetuosamente, con un "Sumimasen..." (disculpen...). A lo que unas mujeres respondieron desde una sala con un "Hai" y, tras mirar hacia la puerta, sus ojos se abrieron de par en par. ¡Menudo salto dieron y que recibimiento mas alegre! No daban crédito de que unos "gaijins" hubiéramos ido a parar allí. 

Nos invitaron a entrar y ver la pequeña casa, gratis. Resultó ser una de las casas de los soldados de la época Edo conservada. Entre un poco de mi japonés y el inglés de una de ellas nos fueron contando que tipo de soldado vivió allí, nos mostraron mapas de la distribución del barrio en la época Edo, etc. Es pequeña, pero nos hizo ilusión poder entrar y seguir viendo edificios históricos.

Hikone
Hikone

Después estuvieron preguntándonos sobre nosotros, de donde veníamos (una de ellas había estado en España), como sabíamos de aquel lugar... y les prometimos hablar sobre ello para que otros turistas se acerquen a visitar esa zona de la ciudad. También les dimos el consejo de que pidieran a la oficina de turismo que lo incluyera en el mapa, así que esperamos que lo hayan conseguido.
Fue una visita corta pero entrañable, de esos momentos que no olvidas, en especial por su gente. Hisako san, みんな、本当にありがとうございました!

Nos pidieron una foto de recuerdo y mas tarde nos la mandaron. ^_^
Con una gran sonrisa nos dirigimos a la estación, callejeando. Hikone tiene zonas residenciales muy bonitas y tranquilas. 

De vuelta a Kyoto pasamos por el apartamento a hacer la maleta y acercarnos al Lawson para mandarla a Tokyo. Costó un poco hacerse entender pero lo logramos. 
Decidimos finalizar nuestra visita subiendo al mirador de la zona superior de la estación central, donde había decoraciones navideñas.

Kyoto station
Kyoto station

Y pasamos por la pasarela que tiene vistas a la ciudad.

Kyoto station

En esa parte de la estación hay otro "ramen street", lleno de restaurantes de ramen, que ya tenían bastante cola, pero nuestro objetivo para la cena estaba fuera de allí. 
Al salir nos encontramos con un espectáculo de las fuentes Aqua Fantasy, del centro comercial de la estación. 

Kyoto station

Jordi estuvo un buen rato entretenido haciendo fotos a los chorros de agua con luces, pero tocaba ir a hacer cola a nuestro mítico restaurante de ramen: el Honke Daiichiasahi.
En nuestro primer viaje comimos allí y nos pareció el mejor ramen que habíamos probado. Desde entonces hemos probado muchos otros, tanto en Japón como en Barcelona, algunos muy buenos, pero seguíamos teniendo como número uno "el ramen de Kyoto". 
Jordi, me advirtió de una posible desilusión, por aquello de tenerlo idealizado... pero había que ir y asegurarse.
Como era de esperar, seguían teniendo cola. Pero van bastante rápido y además mientras esperas pasan una carta (¡Ya la tienen en inglés!) para que antes de entrar les digas que vas a pedir y lo tengan apunto cuando te sientes a la mesa. 
Nosotros nos pedimos el normal y, llegado el momento, tras el primer sorbo, nuestras caras lo decían todo: ¡Sigue siendo el mejor maldito ramen que hemos comido! jeje Como lo disfrutamos... y tan solo por 700 yens cada uno.


Le pregunté al camarero que tipo de ramen era y me respondió que "tonkotsu" (pueden ser de diferentes tipo de caldo, éste es de hueso de cerdo). Y la verdad es que la variante tonkotsu es la que mas me gusta, pero de todos los que he comido de ese tipo... es el mejor. Sin más. Y nos lo ha dicho mas gente que ha ido por recomendación nuestra, así que ¡Merece la pena hacer cola!

Ahora sí, que sí. Me iba muy contenta a descansar. Un bonito y tranquilo día, con una gastronomía buenísima. 
Al día siguiente tomábamos rumbo al Fuji. ¿Se dejaría ver? ;)

2 comentarios:

  1. Qué sitio más chulo!! y además me mola cantidad el gato samurai, jejeje. Qué bien que os enseñaran la casa del soldado con guía además! Las luces muy chulas. Me encanta leerte!!

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    Respuestas
    1. Gracias guapa!!
      Nos gustó ver algo fuera de los mas típico y acabó siendo entrañable ;)
      El gato mola mil...aunque algún día he de conocer a kumamon...esa es mi meta en cuanto a mascotas jajaja

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