Cuando regresamos de nuestro primer viaje a Japón, hace unos cuatro años y medio, dejé bien claro que nuestra despedida no era un "Sayonara" (Adiós), era un "Mata ne!" (Nos vemos!). Y por fin ha llegado el momento de volver a vernos.
No negaré que se me ha hecho largo, y Jordi es testigo de mis ansias contenidas durante estos años. Aunque tampoco me arrepiento porque, en este tiempo, hemos descubierto otros lugares maravillosos del planeta, otras rutas que nos han encantado y otro países que nos han enganchado.
Pero tocaba, mi corazón viajero me pedía a gritos volver y queríamos hacerlo en otoño para ver el Momiji (las hojas de colores rojizos).
Jordi inició un Máster el año pasado, así que quedaban fuera de juego los viajes largos. Pero que finalizara en octubre nos lo ponía en bandeja: ¡Japón en noviembre del 2016!
Y así fue como por fin le puse fecha (mediados de noviembre/principios de diciembre) y empecé a fraguar con calma la versión 2.0 de nuestro regreso a Japón.