Nagasaki (Descanso para recuperarse)

En este post os contaremos lo poco que hicimos en los dos siguientes días de nuestro viaje, puesto que básicamente lo dedicamos a descansar para que Jordi se recuperara. 

Tal y como decidimos la noche anterior, nos levantamos pronto para ir a Nagasaki. 

Jordi estaba a 37º y decidí no darle más paracetamol para comprobar si volvía a subirle más la fiebre o no. 

Como estábamos muy cansados, nos subimos al bus que paraba justo enfrente del hostel y que nos dejaría en la estación de Hakata. 

Para llegar a Nagasaki tuvimos que hacer trasbordo en Takeo Onsen, puesto que el nuevo Shinkansen Kamome no llega todavía a Hakata. 

Pero el problema vino en el primer tren, que por lo visto se dividía más adelante y nos costó entender a que parte del tren teníamos que dirigirnos (íbamos muy cansados, yo estaba saturada por la situación... vamos que mi capacidad de entender japonés se vió mermada).

Por suerte íbamos con tiempo y les fuimos enseñando el billete a los revisores que había en el anden, justamente para evitar confusiones, hasta que uno nos indicó que estábamos en el correcto. 

Al llegar a Takeo el trasbordo era fácil, porque el Kamome espera la llegada de ese tren justo en la vía de enfrente, es bajar y subir. 

¡Por cierto! Imaginad el nivel de cansancio y saturación que llevábamos, que nos pasó lo que nunca nos había pasado en todos estos viajes a Japón: ¡Nos dejamos algo en el tren! Y no cualquier cosa no... ¡Los JR Pass y los pasaportes! Casi nos da un infarto al llegar a los tornos para salir de la estación y darnos cuenta. Por suerte, era parada final y el tren seguía allí. 

Bueno, ahora sí, al salir nos estaban esperando Laura y Hira sensei junto con Chicha. ^_^

Las llamo sensei, porque son mis profesoras (las mejores profes de japonés y cultura japonesa que nunca he tenido, y sí, se tenía que decir jeje "Japonés con Nipponismo") pero, como imaginaréis, son también unas amigas a las que queremos muchísimo. 

Nos alegró mucho verlas pero nos sabía mal haber trastocado su semana (no nos esperaban hasta dos días después y habían planificado su faena para entonces) así que nos limitamos a descansar y pasar el rato con Chicha, que se hizo muy amiga de Jordi, intentando que pudieran trabajar. 

Le pusieron un parche de frío en la frente, para ayudar con la febrícula

Aún así, pude acompañar a Hira sensei a un supermercado local donde compramos todo lo necesario para las comidas planificadas, entre ello, unas verduras de agricultores de la zona: todo lo que metas en esa bolsa por 300¥.

Intentamos ayudar a preparar unas comidas que nos supieron a gloria y que a Jordi le sentaron genial. ¡Nada como una comida casera cuando uno está sin fuerzas! 

¡La sopa miso casera hace milagros!

¡El mejor curry del mundo!

E incluso nos animamos a salir con Chicha a pasear a un parquecito lleno de cerezos en flor. 

Eso sí, despacito, porque no os lo hemos dicho pero ¡menudas cuestas tienen las zonas residenciales de Nagasaki!

Es una ciudad que ha crecido a las dos orillas del río, hasta la bahía, subiendo hacia las laderas de las montañas. Y las callecitas son estrechas, en muchas no caben vehículos, e incluso muchas tienen escaleras. 

Teníais que ver mi cara al ver donde tendría que dejar el vehículo el señor que nos traería nuestra maleta (pesaba además 20kg) y la de cuestas y escaleras que tendría que sortear... Estoy segura que aún se acuerda de nosotros. 😅

Por cierto, que parte de esos 20kg eran regalillos para nuestras anfitrionas, que no se merecían menos. 

Una de las tardes Jordi volvió a tener unas décimas, pero finalmente no tuvimos que regresar al médico (os lo contamos todo en el post de la visita médica). Ahora bien, se había lesionado la musculatura de las costillas por la tos y cada vez que tosía le dolían muchísimo, así que calmantes y a pasar el viaje lo mejor posible. 

Poco más fueron estos dos días: descanso, charlas con las sensei y comida casera riquísima. 😍

Nunca serán suficientes las veces que mencionemos lo agradecidos que les estamos por cuidar de Jordi y por acogernos con tanto cariño. 💖

Al día siguiente Jordi quería intentar hacer algo más, para ir saliendo, así que nos planificaron un día de Hanami, gastronomía y una de las 3 mejores vistas nocturnas de Japón. ¡Casi nada!😎