Tras pasar un día reposando y con los antibióticos, la fiebre empezó a remitir
y Jordi a encontrarse con algo más de ganas de salir cara el mediodía. Eso sí,
sin muchas fuerzas.
Y ante una posible recaída si se esforzaba mucho, decidimos que el mejor plan
era acercarnos de nuevo al parque Ueno (al ladito del hotel), para pasear bajo
el Hanami, hacer un picnic y después decidir.
Los cerezos en flor estaban ya muy bonitos y con muchas más flores que tres
días antes. Pudimos pasear bien, porque no era fin de semana y eso se
notaba (aunque gente había, que conste).
De hecho, las zonas para estirarse debajo los cerezos estaban llenas de
grupos; unos disfrutando del picnic y otros durmiendo ya la mona. Que dices: ¡Es
medio día! Pero sí, hay de todo.
Nosotros nos sentamos en un bordecito, bajo un cerezo y enfrente de la zona de
grupillos. Desde donde no solo contemplamos las flores, si no también la fauna
diversa (humana y no humana) y la TV entrevistando a personas o grabando el
esplendor del parque.
Tras comernos los onigiris y tamago sando (sandwich de huevo que me flipa),
que se compran en los conbinis, nos acercamos a uno de los puestecillos de
venta ambulante de comida.
Me apetecía un dulce tradicional y yo había fichado uno al pasear:
Son unos dango que asan a la parrilla, hechos con mochi (pasta de arroz
glutinoso). Yo escogí el "Kuromitsu kinako dango" con kinako (harina de soja)
y kuromitsu (una especie de caramelo) por 500¥. Estaba absolutamente delicioso.
Después empezamos a valorar los planes de la tarde ya que teníamos entradas
para ver el Gundam de Yokohama, y Jordi me dijo que prefería descansar, pero
que me fuera yo a verlo, puesto que él ya no tenía fiebre, tan solo tos y
mucho cansancio.
Tras insistirme varias veces, decidí ir y así, al menos, podérselo enseñar por
fotos y vídeos que yo misma hubiera tomado.
El Gundam Factory está en Yokohama, cerca de la parada Motomachi-Chukagai de
la línea Minato-Mirai (ver acceso). Y alberga a un Gundam de 18m que además ¡se mueve!
Eso sí, es de carácter temporal y, aunque lo han ido alargando, por ahora está
previsto el cierre a finales de marzo del 2024.
Hay quien dice que no hace falta pagar entrada, que se ve desde afuera... A
ver, se ve la cabeza y poco más. Así que sí, para mí lo impresionante es
entrar a verlo aunque el recinto no sea gran cosa: Es una esplanada con el
"Dock" (la plataforma con el Gundam) y un pequeño hangar donde hay la tienda,
la cafetería y una pequeña exposición sobre el proyecto de construcción de
esta maqueta.
Sobre las entradas, hay que tener en cuenta que hay dos precios y
se ponen a la venta un mes antes aproximadamente: (ver web de reserva)
- La entrada básica al recinto: 1650¥. Y que yo compré con antelación, porque en teoría cerraban ese mes y no quería quedarme sin. Pero al poco anunciaron que lo alargaban un año más.
- La entrada extra para subir al Dock y ver el Gundam de cerca: 3300¥. Esto va aparte (hay que comprar la básica también), y nosotros decidimos no pagarlo. Y la verdad es que con verlo desde abajo a mí me bastó. Pero si se quiere subir, entonces sí las pillaría con antelación porque son limitadas.
Al llegar vi que había una pequeña cola para comprar entradas, no había
problemas para comprarlas in situ y entrar pero les hacían rellenar un
cuestionario. Yo, al llevarla online, pude pasar directamente.
Y nada más entrar, ver al Gundam gigante impacta, la verdad.
Revisé los horarios en que se pone en marcha y vi que me daba tiempo a pasarme por la exposición y tomarme algo antes del espectáculo grande, así que me fui a por un matcha
latte (800¥. Caro, sí, pero es lo que hay en estos sitios).
En cuanto a los espectáculos, se pueden
consultar en la web. Yo me quedé a ver el más largo: Awakening. Si os fijáis, hay dos
seguidos: el full y el half. Pues bien, en el primero Gundam se activa
(entendí algo en japonés pero no recuerdo todo del audio) y sale del Dock.
Dejo un pequeño fragmento de muestra, porque dura 12 minutos.
Después finaliza ese tramo y durante unos minutos se queda fuera, para
podernos hacer fotos con él.
Y entonces, empieza la segunda parte, que es cuando vuelve al Dock.
Había vistos vídeos, pero realmente impresiona de cerca. Los movimientos,
cada articulación, los detalles... lástima que vaya a ser solo temporal,
pero no quiero saber lo que cuesta mantener eso.
Me hubiera gustado esperar al anochecer, pero al ir sola preferí regresar
con Jordi y ver que tal estaba (además, allí tampoco me quedaba mucho más
por hacer).
De camino al hotel Jordi me dijo que le apetecían unos takoyakis y, teniendo
en cuenta que apenas estaba comiendo esos días, no dudé en pasarme a por
ellos en nuestro chiringuito de Ueno.
También aproveche para ordenar la maleta y bajar a la recepción para que nos la
enviasen a Nagasaki. Lo único que me comentó la chica que, al ser tan lejos,
en vez de 24h tardaría al menos 48h (podía elegir día de entrega a partir de
esas 48h) y que en vez de por carretera iba en avión, así que, no podía
llevar nada que no se pudieses facturar ni superar el peso establecido por
las compañías. La pesó, midió y nos cobraron 2290¥, un precio normal de
envío.
Pues ya estábamos listo para abandonar la isla principal, por primera vez, e
irnos a Kyushu.
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