En esta entrada mostraré los diferentes alojamientos en mi escapada a Japón de 2019. Como siempre, valoraré la estancia, daré precios y diré si los recomiendo o no, con total sinceridad.
En esta ocasión he dormido en hoteles, ryokan (el mejor en el que he estado hasta la fecha) y hotel capsula... bastante variado.
En cuanto al sistema de reservas, esta vez he contratado la mayoría de alojamientos vía Booking, menos el ryokan, que ha sido a través de su web.
Dejaré los precios en yens, porque el tipo de cambio puede variar. En mi caso, estaba a 1€ = 120/121¥.
También se pueden consultar las opiniones que escribimos sobre los alojamientos de nuestros viajes en 2012, 2016 y 2018, que fueron rutas más largas y con otras poblaciones visitadas.
-Hotel Marutani (Tokyo):
Para mis dos primeras noches, decidí pagar más e irme a un hotel con habitación privada, por aquello de intentar descansar más tras el viaje.
Y es que si algo he podido comprobar en este viaje sola, es que los hoteles al final te cobran la habitación, y no por ir sola vas a tener mucho descuento. Al menos en el caso de Japón. Como mucho optas a habitaciones individuales pero que no cuestan ni de lejos la mitad que una doble.
Tenía claro que quería alojarme en Ueno de nuevo, el barrio que tanto me gusta tanto por ambiente, comunicación en tren o por tener el parque cerca donde buscar relax.
La opción con mejor precio que encontré, y con muy buena ubicación, fue el Marutani, donde además se habían alojado algunos conocidos. Y por precio escogí la habitación con futón (en este tipo de habitaciones hay que dejar el calzado a la entrada y no pisar con él el tatami).
La recepción es 24h y me guardaron la mochila al llegar sin problemas.
La habitación era amplia, con nevera, televisión, pijama, set de té... pero el futón era muy fino e incómodo (de los pocos que me he encontrado que lo fueran), así que abrí el armario, cogí otro futón y lo puse debajo.
En el baño había jabones, toallas, cepillo de dientes con pasta, secador del pelo y poco más. Es de los hoteles japoneses más justitos que he visto en "amenities" en el baño. Tienen baños públicos en el sótano pero no llegué a visitarlos (un cartel que decía que en fin de semana podían estar muy concurridos, porque aceptaban gente de fuera, me echó para atrás).
La habitación era algo antigua pero estaba limpia. Hasta ahí todo bien.
Sin embargo no logré descansar bien. De hecho la segunda noche no dormí nada a causa de los ruidos, y eso que uso tapones porque tengo el sueño MUY ligero.
Por un lado gente dando portazos y voces a las tantas de la madrugada en el propio hotel. También escuchaba a la gente que pasaba de juerga por la calle y hasta un compresor del edificio de enfrente, haciendo ruido constante. A eso se le sumó que la nevera y algo más, que no logré identificar, crujían de forma random... (opté por no apagarla, porque solo faltaba que perdiera agua y fastidiara el tatami).
Tengo amistades que se han alojado allí hace unos años y no tienen ese recuerdo. Así que igual depende del tipo de habitación, a donde dé... y de si uno tiene el sueño ligero, claro. Pero vamos, en mi caso no pegué ojo. Me hubiera salido más a cuenta gastar menos e irme todas las noches al siguiente hotel.
Precio por habitación individual con futón con baño, sin desayuno: 8050¥ (por noche, en fin de semana).
Conclusión: Aunque otros han logrado dormir bien, yo evitaré volver. Pagar ese precio no me compensó para nada al viajar sola.
-Ueno Station Hostel Oriental I (Tokyo):
Las últimas noches en Tokyo decidí ahorrar e irme a un capsule en Ueno.
La mayoría no aceptan mujeres, pero encontré esta cadena (tienen 3 en la zona) en la cual tienen una planta para mujeres justo en este, en los otros dos solo aceptan hombres.
La ubicación es inmejorable para mí. En pleno Ameyoko, cerca de la estación, en frente del chiringuito de Taiyakis (un dulce que me encanta) que tanto me gusta, encima del Sushiro, y al lado del restaurante de curry que descubrí con unos amigos en esta ocasión (ver post de restaurantes).
La recepción es 24h y hablan inglés además de ser todos muy amables y de mostrarme algunas dudas que me surgieron, sin poner malas caras. También me ayudaron a subir la maleta, porque la planta de las chicas (piso 2, hay que subir un tramo de escaleras) no tiene acceso con ascensor. Nos tienen totalmente aisladas jeje. Y de hecho, para acceder a nuestra zona se necesita un código que solo nos dan a las mujeres.
Las instalaciones, al menos nuestra zona, son increíblemente bonitas.
Nos tenemos que descalzar antes de entrar, puesto que el suelo es tatami. Justo a la entrada están las taquillas para dejar chaqueta, zapatos y algún bolso (caben mochilas pequeñas).
Y entonces hay una sala grande con una mini habitación cerrada para fumadoras, mesas donde comer, maquillarse (tienen espejos portables), ver la TV, una pequeña cocina con nevera y hasta un pequeño jardín zen.
En la zona de baños hay duchas con vestidor, retretes modernos, y la zona de los espejos con taburetes y todo tipo de cremas, cepillos para los dientes con pasta de dientes, secadores... La verdad es que la mayoría de duchas y retretes los vi siempre limpios.
Y después están las cápsulas. En este caso son transversales, lo que te permite dejar tu equipaje en el lateral de tu cápsula sin molestar a otras.
Porque aunque la idea es ir con lo justo para una noche, cada vez son más las personas que se quedan varias noches y van con equipaje. Todas dejaban la maleta allí, cerrada y sin problemas la verdad, muy buen ambiente.
El funcionamiento normal es que al llegar cada noche pedías el pijama con la toalla en recepción y al día siguiente tras usarlo lo depositabas en unos contenedores en los baños.
Si querías que te hicieran la cama dejabas la cortina abierta al irte y la cápsula vacía. Pero si no, podías dejar la cortina cerrada y cosas dentro. Yo dejaba la bolsa de ropa allí y nadie me la tocó (por la noche la sacaba fuera y lo mismo, sin problemas).
Dentro hay una televisión con auriculares para no molestar, una repisa y ya. Pero son amplias y el colchón es muy cómodo.
Y a pesar de ser compartido, no escuché mucho ruido y los pasos en el tatami se amortiguaban. Vamos, que descansé de fábula, cosa que no pude hacer en el hotel.
Por poner un pero, tienen baños públicos pero solo para los hombres.
Precio por cápsula de mujeres, sin desayuno: 4600¥ por noche en fin de semana (entre semana las vi algo más baratas. Y estas son de clase Superior, los hombres pueden escoger entre varios niveles).
Conclusión: Las instalaciones estaban genial, limpio y pude descansar. Repetiría y ojalá hubiera reservado también las primeras noches en él.
-Washington Hotel (Aizu Wakamatsu):
La opción barata, y bien comunicada, en Aizu fue un hotel de tipo ejecutivo al lado de la estación.
La habitación, como la mayoría en este tipo de hoteles, era pequeña pero bien equipada y muy limpia: TV, set de té o café, nevera, pijama, secador, el baño con todo tipo de "amenities" (hasta esponja, cepillo, bastoncillos de las orejas, etc.). Vamos, que no es necesario llevar nada.
La cama era muy cómoda y el hotel silencioso. Como ha de ser, vamos. Así que descansé muy bien.
Además en la recepción me ayudaron a aclararme un poco con las paradas de autobús para las visitas.
Está muy bien comunicado, cerca de la estación de tren y buses. Además de tener un 7eleven al lado y un supermercado bien cerquita que me solucionó alguna cena.
Elegí este hotel para pasar un par de noches baratas en la zona y después darme el capricho del viaje en el Ryokan.
Precio por habitación individual con baño, sin desayuno: 5900¥ por noche.
Conclusión: Mucho más barato y cómodo que el hotel de Tokyo, suele pasar al salir de las grandes ciudades, que los hoteles ejecutivos son una buena opción económica. Totalmente recomendable.
-Shosuke-no-Yado Takinoyu (Aizu Wakamatsu):
Cuando planifiqué este viaje, tenía claro que quería pasar una noche en la zona de Higashiyama en Aizu, la zona de los onsens.
Y además, quería disfrutar de una cena Kaiseki tradicional.
Bien, primero miré en Booking, y me enamoré de este ryokan y de la cascada que se veía desde los onsens públicos, además de tener varios onsens privados, unos que daban al río y la cascada y otros en la terraza superior. (También tiene onsens de pies, pero estaban en obras esos días).
El tema es que en Booking solo pone "desayuno y cena" y cuando entré en la web del ryokan, vi que tenían varios tipos de cena, una de ellas con carne wagyu. Al preguntar a través de Booking, el hotel me dijo que la de esa reserva era la normal, que si quería wagyu tenía que pagar 4000¥ más.
Y al fijarme en el precio me di cuenta que me salía mucho más a cuenta reservar a través de la web del hotel que no en Booking.
Cuando se miran las reservas en su web hay que filtrar bien y leer con atención porque tienen muchos planes diferentes.
Yo puse habitación japonesa y se pueden añadir comidas. Si no se quiere ni desayuno ni cena, en Booking el precio es bueno, pero si se quiere algo especial como yo, repito, mejor en la web. Pongo la comparación que hice, precio por persona:
Precio en Booking para noviembre, desayuno y cena kaiseki normal: 23328¥.
Si le sumaba la carne wagyu: 27328¥.
Precio en la web del plan: 【Luxury A4 to A5 rank luxury】Aizu's Black Hair Wagyu (Aizu Wagyu)☆Special Kaiseki course! (Es decir, con carne Wagyu de mayor categoría y también con desayuno): 21600¥
¡Menuda diferencia!
Además, consulté otros planes.
El normal, con desayuno y cena: 14000¥
Con desayuno y cena wagyu pero sin ser la Luxury: 20520¥
El normal pero con opción de disfrutar de uno de los onsens privados: 17280¥
Y si se reserva con más de 90 días de antelación (early booking) con desayuno, cena normal y onsen privado: 12960¥
Si lo que se quiere es priorizar el onsen privado, la opción early booking sale muy a cuenta.
Sin embargo yo preferí priorizar el plan de la cena wagyu A5 y en todo caso reservar allí un onsen privado y pagarlo aparte.
El precio de los onsens:
En la planta baja, con vistas al río y cascada: 3240¥
En la terraza superior, con vistas a la montaña y población: 3780¥
Eso sí, un detalle. No se puede reservar y escoger hora del onsen privado hasta pasadas las 18h. Que es cuando todo el mundo ha hecho el check-in, y los que tenían reservado el plan con onsen privado han escogido primero.
En mi caso, cuando fui a elegir, los con vistas a la cascada estaban ya reservados hasta tarde, así que opté por el de la terraza (al final me regalaron el onsen, pero porque hubo un fallo con una experiencia que había reservado y quisieron compensarme, a pesar que el error no fue del ryokan, pero eso lo contaré en otro post).
Bien, sobre la experiencia de alojarme en este ryokan, el mejor que he estado hasta la fecha:
Al llegar (tiene una parada de bus justo delante de la puerta), me hicieron sentarme en unos sofás con vistas al río y me trajeron un matcha con un dulce y hasta me ofrecieron sake, que amablemente decliné.
Después de explicarme todo, elegir la hora de la cena y mostrarme donde estaban los yukatas de vestir, que podíamos lucir gratis las mujeres, fui a ver mi habitación, que resultó ser enorme e increíblemente equipada.
Los zapatos se dejan en la entrada de la habitación, donde hay un armario con unas zapatillas para usar por el ryokan.
En la habitación había una mesa con una cajita de madera encima de un quemador. Dentro, dos onsens manjus (pastelitos típicos). Los desenvolví, encendí el quemador y dejé que se calentaran al vapor mientras exploraba el resto de la habitación.
Había también un set de té, el yukata normal para moverte por el ryokan e ir al onsen (junto con las toallas para el onsen), televisión, varios armarios, donde en uno de ellos se guardan las "chaquetas" que se visten con el yukata...
Por otro lado está el retrete, muy moderno. Una zona con nevera y snacks (que se pagan aparte si se consumen).
Y el baño con una zona de aseo y la zona de la ducha más ofuro (baño tradicional, uno se mete cuando ya se ha limpiado fuera).
Una vez te vas a cenar, vienen a tu habitación y te montan el futón, que era muy cómodo, en la salita, apartando la mesa. Y te dejan una jarra de agua fresca.
Como he comentado, hay dos tipos de yukatas, el normal para ir al onsen, muy fácil de poner, y el de vestir para las mujeres. Pero este último requiere atarse el obi tradicional (lazo), acción harto complicada, y más, hacerlo una sola. Así que le pregunté a una mujer mayor del staff y me dijo que no me preocupara, que a cierta hora, antes de la cena, vendría a vestirme. Fue super amable. ^_^
Aproveché mientras ese rato para irme al onsen público, antes de ponerme el yukata tradicional.
El onsen público en realidad son dos, está separado hombres de mujeres, y los van rotando. Yo solo pude ir a uno (el de la izquierda) y resultó ser espectacular porque daba justo a la cascada, en especial la parte exterior (rotenburo).
En principio no se pueden hacer fotos, porque la gente va desnuda, pero yo volví a las 23h (por recomendación de uno de los camareros) y estaba sola, así que pude sacar fotos y disfrutar del onsen tranquilamente.
Te bajas vistiendo el yukata (y con la toalla grande y la toallita pequeña), dejas las zapatillas en la entrada, en la zona de taquillas te desvistes, dejas la toalla grande y te guardas la llave en la muñeca.
Si no te quieres mojar el pelo, hay coleteros antes de pasar a la zona de baño.
Te diriges a las duchas, te lavas bien, sentada en el taburete, y la toalla pequeña sirve para asearte en ese momento. Además de para taparte un poco cuando camines si tienes algo de vergüenza. Ahora bien, esa toalla nunca ha de tocar el agua del onsen, se deja afuera en el suelo, o algunas japos la doblan encima de la cabeza.
Después ya puedes ir a los baños termales. Aquí había dos zonas interiores, con agua a diferentes temperaturas, desde las cuales se veía el río. Y también unos pequeños cubículos para los niños (es la primera vez que veo onsens infantiles).
Pero también tienen la zona exterior, mi favorita, que daba a la cascada. ¡Sencillamente espectacular!
Al volver dentro, tiras la toalla pequeña en el cubículo destinado a ella, y ya puedes secarte con la toalla grande, peinarte, secarte el pelo, usar las cremas que hay... Tienes de todo.
Y afuera hay té frío, helado y cerveza disponible para refrescarse hasta las 20h.
En cuanto al onsen privado, como comento fui al de la terraza. Las vistas son una pasada, pero desde mi punto de vista, son mejores las de abajo, con el río. Y teniendo en cuenta que el público ya tiene esas vistas, solo lo pagaría si fuera en pareja, para estar juntos.
Aquí la ducha está fuera, y en noviembre pega frío, además en el vestidor apenas hay nada más que una cesta donde dejar la ropa, así que mi consejo es haber pasado antes por la ducha de la habitación o del otro onsen, y aquí darse solo un repaso para entrar rápido a las aguas calentitas.
El tema de la cena fue otro momento increíble. Al llegar a la sala, el camarero me hizo seguirle hasta un apartado, donde te sientas en la barra de cara a la cascada iluminada. Me dijo que tenía el mejor sitio reservado por haber elegido el menú más caro. ¡Menudo detalle! No me lo esperaba.
La cena constó de 3 platos con carne wagyu de máxima categoría:
Shabu shabu: echas las verduras en el caldo y después vas haciendo la carne, para acabar mojándola en salsa ponzu, antes de comerla.
Tataki de wagyu. Espectacular.
Y mi favorita, unos trozos de wagyu marinados en sake, que se hace a la piedra, junto con unas verduras de temporada.
Además me pusieron un sashimi delicioso. Yo no soy de pescado crudo, pero he de reconocer que la calidad marca una gran diferencia.
Para acompañar hay sopa miso, encurtidos y arroz, de los que puedes pedir cuanto quieras.
De postre, helado con leche de la zona y pudding de calabaza. Muy bueno todo.
La cena me pareció exquisita, con unas vistas únicas y no me arrepiento de haberla pagado. Era el capricho de mi viaje. ^_^
Le pregunté por la cena normal, y me dijo que entraba carne de pollo marinada, pescado y verduras de temporada, sashimi y hot pot de verduras. Además, el postre especial de calabaza tampoco entraba.
Debe estar muy buena también. Pero la wagyu de máxima categoría es top. jeje
Lo único más flojo es el desayuno, que es buffet libre al estilo oriental: pescado, encurtidos, sopas, arroz... Intenté probar alguna cosa pero a esas horas de la mañana no me entraban. Lo que sí me gustó es la tortilla japonesa y la especialidad que me recomendó el camarero de la noche: ¡El mochi!
Y no me refiero al dulce que nosotros llamamos mochi. Allí esa palabra define la masa de arroz glutinoso (que luego se usa para el dulce u otros platos). Se lo pedí a la chica que lo prepara, me puso una bola de mochi y me preguntó por el topping, opté por una crema de cacahuete. ¡Estaba delicioso!
Como he comentado, considero que este es el mejor ryokan en el que he estado, tanto por instalaciones, como por el increíble onsen con vistas a la cascada, como por la fabulosa cena que pude reservar.
Me salió caro, sí.
¿Lo volvería a pagar? Sí. Valió la pena, sin duda alguna.
Y hasta aquí mi opinión sincera de los alojamientos de este viaje. He intentado escribir los aspectos importantes. Más aún en el ryokan. Ante cualquier duda, podéis consultarme más detalles. ^_^
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