El madrugón de este día no venía dado tanto por el calor, como en la etapa anterior, sino por el querer disfrutar de alguna zona de Yosemite sin mucha gente.
Si al hecho de estar en la ruta entre Los Angeles y San Francisco le sumas su preciosos paisajes y la variedad de rutas de senderismo que tiene (por algo fue la primera zona protegida del mundo por un decreto de Abraham Lincoln) se entiende la gran afluencia de gente que recibe en temporada alta.
En el hotel nos habían dado un vale de descuento para desayunar en la cafetería de al lado, un local de ambientación rústica muy bonito, donde no pude evitar comprarme un muffin de arándanos casero para acompañar al chocolate caliente de rigor.
La ventaja de dormir en Lee Vining es que estábamos cerca de la entrada del parque, así que llegamos enseguida a Tioga Road y no tardamos en hacer las primeras paradas que nos dejaron maravillados.





