16 de mayo de 2012

Nara

En el último día que teníamos el jrpass nos acercamos a ver Nara, que fue capital de Japón desde el 710 al 784. Es famosa por tener el Buda de metal mas grande (15m) y por su parque con ciervos que, recordemos, son considerados mensajeros de los dioses y por tanto sagrados. 

Era domingo y en el tren nos encontramos much@s chic@s con su club de deportes (fútbol, tenis, baseball, etc...). Me recordó mucho a los animes, algunos iban uniformados con la insignia de su instituto.

Al ser domingo nos esperábamos mucha mas gente en Nara, creo que fue la terapia de choque de la noche anterior, que nos hizo menor el impacto jeje.

Paseando por la calle comercial que lleva al parque vimos que en un pequeño templo hacían una ceremonia, nos paramos unos minutos a verlo, pero como estaban en plenas oraciones no quisimos molestar preguntando que celebraban (a la vuelta tendríamos la respuesta).

Por cierto, en Nara la mascota, como no, son los ciervos, y eso te lo dejan claro desde que llegas a al estación, hasta en el puesto de policía:




































A pesar de que el Kofuku-ji está en obras, nos acercamos a ver la pagoda, que es la segunda mas alta de Japón, y de nuevo nos encontramos con que preparaban una ceremonia... Definitivamente pasaba algo.


A Jordi le hicieron gracia unas tortugas que estaban en un lago al lado del Kofukuji

Aquí los ciervos empezaron a hacer acto de presencia, y ya nos acompañarían gran parte del día. El parque de Nara es grande y hay muchísimos. Nos habían dicho que eran "mas macarras" que los de Miyajima y, de hecho, hay carteles advirtiendote. 


Pero nosotros no los vimos agresivos, sencillamente mas espabilados (a mi uno intentó quitarme el mapa por la espalda peeeeeeeeeero no lo consiguió jaja). Y es que en Nara la gente compra galletitas para darles de comer y claro los bichos espabilan. De hecho, si no llevas galletas no les interesas y a diferencia de los de Miyajima que se dejaban tocar estos pasaban de ti y se iban. Pero no vimos ningún ataque ni persecución frenética. Lo que vimos es que algunas japonesas se asustan a la que se les acercan varios ciervos y tiran las galletas mientras echan a correr entre grititos xD
Por cierto, ¡¡tienen también la figura de la castañera!!





Dentro del parque fuimos a visitar el Todaiji (500 yens), templo donde se encuentra el famoso Buda. La puerta de entrada se ve bastante vieja y de hecho están recaudando dinero para la restauración.


Y adivinad que había en la entrada del edificio principal. Como un altar especial donde daban te y una laaaaaaaaaaaarga cola. Definitivamente, algo pasaba...
Nosotros no nos pusimos a esa cola, decidimos entrar directamente a ver el Buda.



A parte del Buda, la gran atracción dentro del templo es un tronco con un pequeño agujero en su base (tengo entendido que es del tamaño de los agujeros de la nariz de la estatua del buda). Y se dice que quien pase por él obtiene la iluminación. Los niños pasan fácilmente, los adultos depende, fijándome en la constitución de quienes lo conseguían, yo hubiera pasado, pero pasaba de aprisionar y arrastrar cierta parte de mi por la madera xD (has de cruzar con los brazos estirados hacia delante y hasta que consigas agarrarte del otro lado empujarte con las piernas). Así que Jordi y yo llegamos a un pacto, la purificación quedaba en mis manos y en las suyas la iluminación xD.


Por cierto, espectacular el numerito de unas portuguesas, las chicas pasaron, pero la madre (con una constitución mas bien corpulenta) se emperró en pasar. Las risas de los japoneses mientras las hijas de la señora intentaban empujarla y hacerla pasar...

De ahí decidimos ir por el bosque a ver el santuario Kasuga Taisha, famoso por tener un montón de linternas de piedra en su exterior, y en el interior unas de metal (se puede acceder a él volviendo por el camino principal, pero os recomiendo ir por el bosque, es bonito).





Además de camino a él tuve una sorpresa. ¿Recodáis la bebida de pudding? ¡¡Aquí la tenían!! Y esta vez si que la probé. Estaba muy buena, pero era rara, no era batido de pudding, ¡¡era pudding!! tenías que agitar bien la lata y cuando sorbías te caían grumos de pudding xD (150 yens)


¡En este santuario también vimos una boda y lo que vendría a ser su ceremonia de bautizo! La madre lleva colgando lo que creo que son unas oraciones o protecciones para el niño.


































Por el parque veías a chicas vestidas al estilo tradicional, en Kyoto también veríamos muchas cerca de los templos y parques. Una japonesa que conocimos en Kyoto nos dijo que eran trajes alquilados, se vestían así para ir a hacerse fotos guapas por las zonas emblemáticas de la ciudad. (Los kimonos buenos son muy caros) A mi me parecía que iban preciosas. ^_^


Y no eran las únicas que paseaban "guapas"

Y no, no es raro ver a un perro en un carrito de niño. De hecho, no son de niños, son carritos para perros.

Al salir del parque callejeamos un poco por la zona antigua y las calles comerciales. Había un mercadillo de fruta y pescado y bastantes restaurantes.
A Jordi le entró por la vista unos bentos que preparaban en un restaurante, era de tonkantsu (chuleta de cerdo empanado con una salsa muy buena, además este traía langostino en tempura) así que encargamos dos para llevar. (1200 yens los dos)



De camino a la estación volvimos a pasar por el primer templo donde vimos la ceremonia, ahora estaban ofreciendo té gratis, un té muy especial, según nos explicaron era de flores que se cogían en la montaña (o eso les entendí xD) y era dulce sin tener que añadir azúcar. Estaba buenísimo, pero no tenían para venderlo (por lo visto tienen tés especiales y son muy celosos de ellos :S )
Además nos dieron información del templo y nos invitaron a ver una actuación con un instrumento tradicional. Les preguntamos el motivo y: "Era el aniversario de Buda" ¡¡Acabáramos!! De ahí tanto ajetreo en los templos jeje.



Estaba siendo un día muy bonito, sin embargo en el Fushimi Inari, lugar que visitaríamos por la tarde, aun nos esperaban mas sorpresas. ^_^
Eso os lo contaré con detalle en la siguiente entrada.

Por último os dejo con nuestros bentos, mientras esperábamos el tren en la estación:



Relatos de otros viajeros   #postamigo


Miyajima y Kiyomizudera (Kyoto)

Este día tocaba madrugar para poder ver la isla con algo de calma, y mas siendo sábado, ya que las hordas de turistas no tardarían en llegar.

Primero fuimos a ver la torii y el templo Itsukushima con la marea alta.



Después dimos un paseo por el pueblo para llegar al Daisho-in. Entre cerezos y ciervos nos pareció muy bonito.





El Daisho-in es un templo que nos gustó mucho, como no es el templo principal de la isla hay gente que lo pasa por alto. Por lo que se, tiene mucha importancia para una de las sectas budistas y dentro encontramos muchas referencias y fotos del Dalai Lama, merece mucho la pena. Estuvimos prácticamente solos en él.
En las escaleras de este templo hay los rodillos con las oraciones escritas (sutras) para hacerlos girar.
Y hay muchos Jizos (el que ayudaba a las almas de los niños) en posiciones graciosas.










 











Al salir del templo decidimos ir a caminar por el momiji park. En el ryokan nos dijeron que había muchos cerezos y estaban en flor. Seguíamos casi solos, con el permiso de los ciervos, y caminar por el bosque se hizo muy ameno y agradable.
(La otra opción era subir al monte Misen, pero ese día estaba nublado y para no tener buenas vistas decidimos disfrutar del paseo)






















El camino nos llevó de nuevo a la zona comercial del pueblo, allí podéis ver la pala de arroz mas grande del mundo, tiendas de muñecas kokeshi, de palillos y sobre todo de ¡¡MOMIJI MANJU!! ¡Los dulces mas buenos que he comido allí! Son tipo bizcocho con forma de hoja de árbol y están rellenos. Nosotros los probamos de anko (pasta de judía dulce), chocolate, crema, queso y mandarina. ¡Todos buenísimos! Tanto que nos llevamos algunos para desayunar el día siguiente jeje. 
También hay mucho puestos de comida donde el plato estrella son las ostras. Yo las probé rebozadas y estaban muy buenas. Las ostras las cocinan.





Volvimos a la zona de la torii para comprobar que las hordas de turistas ya habían llegado. Allí conocimos a un chico vasco y a su novia japonesa que nos preguntaron que tal pasamos el tifón. ¡¿Tifon?! ¡Primera noticia! Y es que por lo visto, esos vientecillos que vivimos en Odaiba era lo que precedía a una tormenta que casi llegó a tifón e hizo destrozos, tuvimos mucha suerte de ir la sorteando! De hecho, se ve que también dañó la torii de la isla, porque unas semanas después de volvernos la tenían andamiada para repararla durante un par de meses. Nosotros no vimos ningún desperfecto aparente.
A parte de eso, también volvimos a ver una boda.




































Hacia mediodía fuimos a recoger las mochilas al ryokan, la señora me regaló un colgante para el móvil con el detalle de un dragón y nos acompañó hasta la puerta haciendo reverencias hasta que nos alejamos.
Tocaba hacer el camino de vuelta (no sin pena, puesto que es un lugar que me encantó), ferry hasta Hiroshima y de ahí a la estación de tren. Ese día a Jordi le apetecía la doble cuarto de libra del Mc (si, si ¡¡doble cuarto de libra!!) Así que nos dividimos, y yo me fui a pasear por el mercadillo que había fuera de la estación a ver que me apetecía. Al final compré un bento de los CARPS (el equipo de baseball de Hiroshima) por 1000yens, e imitando a los japoneses lo comí en el shinkansen ^_^ (tenía 3 arroces, langostino en tempura, pollo, albóndiga de carne y varios encurtidos).


Nuestro siguiente destino: ¡KYOTO! Ahora si, para quedarnos unos días.
El Hana Hostel está cerca de la estación, son muy amables, todo muy limpio, el futon super cómodo... estuvimos genial en él.
Además, en la pizarra iban apuntando cada día como estaba la floración de los cerezos en diferentes puntos de la ciudad y otros eventos especiales, así como el parte del tiempo para el día siguiente.



Esa noche nos esperaba una visita especial, y es que uno de los templos mas importantes de Kyoto, el Kiyomizudera, abre unas pocas noches al año y se puede visitar iluminado (400 yens). Por contra, ¡había muchiiiiisima gente! Fue una terapia de choque jeje. 
El Kiyomizudera es famoso por su balconada aguantada por un entramado de columnas de madera en las que, según cuentan, no hay ni un solo clavo (si os fijáis podéis ver las columnas en la segunda foto tras los árboles) . Las vistas de la ciudad desde el templo son una pasada. 




Para cenar, nuevamente se nos hizo tarde, encontramos al lado del hostel la misma cadena 24h de bols de arroz que en Kanazawa, así que de cabeza que nos fuimos. ^_^ (700 yens los dos)
Y a descansar, que al día siguiente nos esperaba la excursión Nara y la subida al Fushimi Inari.