9 de mayo de 2012

Matsumoto (noche en Takayama)

Nuestro primer destino en la ruta de 5 días fue Matsumoto. El punto de interés era el castillo, que es uno de los que se conservan de origen en Japón.
¡Por cierto! Popularmente, en el extranjero, se le conoce como el "castillo del cuervo". Pero gracias a mis sensei de Japonés con Nipponismo (que tuvieron la oportunidad de hablar con las personas del lugar), supimos que la gente local no lo llama por ese apodo ni le gusta que se le llame así. Vamos que es una invención.

La lástima, de nuestra visita, es que ese día nos llovió mucho, y eso hizo que no pudiéramos disfrutar bien de las vistas exteriores.

Por cierto, en la estación descubrimos que si te pilla un aguacero sin paraguas solo tienes que ir al punto de información y pedirles uno! ¡Tienen unos cuantos y te los prestan! 
Nosotros llevábamos chubasqueros, así que no pillamos paraguas... Por mi parte lo acabaría considerando un error. Para la montaña va bien, pero para una visita donde has de ir entrando a los sitios y sacártelo para no mojar nada... vamos todo un show. (Además ellos no suelen llevar chubasquero, al menos no vimos muchos allí, y mas de uno se nos quedaba mirando xD)

Antes de ir al castillo pasamos por la estación de bus a comprar los billetes para Takayama. A pesar que teníamos el pase de tren, preferimos pagar el bus porque en tren se tarda 4h en llegar, casi 2 mas que en bus.

El castillo (600 yens) está muy bien, por dentro vas subiendo pisos y te explican para que servía cada planta, además tienen algunas armas expuestas. Eso si, a cada piso las escaleras aumentaban su inclinación. ¡No se como podían subir por ellas con las armaduras!


 

Permitidme que os explique una anécdota que nos pasó al entrar. Va de como provocar que el vigilante de la entrada (no se si sería monje o que) pase de la calma total a la histeria.
Situación: chubasqueros, no podíamos entrar mojando todo, los hombres nos miran en plan: "¡Madre mía y estos en vez de paraguas van con eso!", bueno nos dan una bolsa para el chubasquero y otra para los zapatos. (Obviamente no se podía pisar la zona de madera, y Jordi ya lo sabía, pero entre el agobio de guardar el chubasquero, los hombres metiendo algo de prisa para que entráramos....) Jordi que no se fija que aunque haya dos escalones de madera diferente el primero tampoco se puede pisar, Jordi que pisa el primer escalón, el hombre que suelta un "NOOOOOOOOOOOOO!!! NO! NO! NO! NO!" todo histérico, Jordi saltando pa fuera, pidiendo perdón y no se cuantas reverencias. xD
Pensé que le daba algo al pobre hombre jaja.
Recordad: NO pisar la madera!!

Al salir nos pasamos por la calle de las ranas, al lado del castillo. En japonés Rana es Kaeru, pero Kaeru también es "volver/volver a casa" y "poder comprar". Así que las tiendas de allí usan los 3 significados: la calle está llena de estatuas de ranas, de tiendas donde poder comprar y al final del paseo volver a casa.
Las tiendas tienen bastantes antigüedades, aunque algunas las pillamos cerradas (sería la 1 pasadas).




Seguía lloviendo y cada vez apretaba mas, y con mas viento, así que decidimos regresar a la estación en busca de un restaurante. Escogimos uno de Ramen, con el tiempo que hacía un bol de fideos y caldito nos apetecía.
Jordi pidió el normalito, yo quise experimentar con uno de queso, no estaba malo, pero reconozco que el normalito de cerdo está buenísimo. Nos salió por unos 15 euros los dos (1670 yens).



Después de comer dimos una vuelta por el centro comercial de la estación (faltaba una hora para el bus), la zona de alimentación y dulces me fascina jeje. Tenían un montón de encurtidos y pastas de sabores raros.

A la hora de coger el bus empezó ya un tormentón, pero salimos sin retraso ninguno.
El camino hasta Takayama fue precioso, pasamos por algunos campos de arroz y después por en medio de unas montañas donde estaba todo nevado! Pero cuando llegamos a Takayama... no había nieve. 
Nos alojamos en el Hostel J-Hoppers, la habitación era grande y el baño tenía la tapa que se calentaba sola!! (También hecho eso de menos jaja sentarte y que la tapa esté calentita...)
Era nuestro primer futón, y he de decir, que dormimos muy bien en todos.


La situación del hotel es muy buena, cerca de la estación y de la zona de restaurantes. Hablan bien el inglés, mejor que en el hotel de Tokyo, y lo tienen todo muy bien preparado: nos dieron mapa con restaurantes, nos recomendaron uno que cerraba tarde (eran casi las 20h y allí esa hora empieza a ser tarde), nos explicaron como ir a Hida no Sato al día siguiente, y que teníamos a nuestra disposición paraguas y botas de agua en la entrada.
Por cierto, a diferencia de los Hoteles normales, en los Hostels y el Ryokan en los que nos alojamos tenías que dejar los zapatos en la entrada (en un armario) y coger unas zapatillas que te daban.

Fuimos al restaurante que nos recomendaron "Manpukutei", y, por unos 18 euros los dos (1800 yens), nos dimos un festín! Incluyendo unos trocitos de carne de Hida, está muy buena y muy tierna (pero su reputación es tan alta como su precio, de ahí a que me conformara con uno trocitos jeje)
Los platos venían completitos, con su ensalda, sopa de miso, encurtidos, y el plato principal.
1: Bol de arroz con carne estofada y carne de hida
2: Arroz con carne asada, un estilo barbacaoa (no se describirlo mejor jeje)




A esa hora ya estaba ya todo cerrado, pero lo poco que vimos del pueblo empezó a gustarnos.


Al día siguiente tendríamos sorpresa.




8 de mayo de 2012

Nikko

En nuestro último día en Tokyo fuimos a ver Nikko, famoso por su complejo de templos en la montaña donde el famoso Shogun Ieasu Tokugawa hizo erigir su mausoleo.

A parte de la zona de los templos, se puede visitar el lago Chuzenji con cascadas cerca (ascensor incluido) o un camino a la orilla del río "el abismo de Kanmangafuchi". 
La gente suele escoger la primera opción (pero ojo, hay que ir en bus y por tanto hay que estar atento a los horarios), nosotros decidimos ir a visitar la segunda opción, por cercanía y por no estar pendientes de horarios.
Si alguien quiere visitar mas a fondo la zona, hay ryokanes con onsen. 

Este fue el día que pillamos nuestro primer Shinkansen; y donde comprobamos que si el metro y tren suele ir al minuto, ¡los shinkansen van al segundo! Impresionante su puntualidad. Además la organización y señalización en los andenes es impresionante, en cada lugar donde para una puerta te pone a que vagón pertenece y si es o no de los reservados. Vamos solo hay que fijarse un poco, difícil equivocarse.



Desde la estación de Nikko hay un bus que te deja en la entrada del bosque donde hay los templos, justo al lado del famoso puente sagrado Shinkyo (190 yens).



¡El bosque es muy bonito y tiene unos árboles enormes! En otoño ha de ser precioso.



Compramos en las taquillas la entrada combinada (1000 yens), que te permite entrar a la mayoría de los templos y lugares visitables.

Editado Agosto 2013: A día de hoy el passe no está disponible y se han de comprar las entradas por separado.

El estilo es muy diferente al de Kamakura, en Nikko son muy recargados (a nosotros nos gustó mas la sobriedad de Kamakura)

El primero que te encuentras es el Rinnoji, que por desgracia está en obras, totalmente tapado, y encima ese día lo cerraban para una fiesta privada, así que nos quedamos sin entrar.

Después, caminando por el bosque llegas al recinto del Toshogu, allí se encuentran los establos con los famosos monos que vienen a significar "no decir nada malo, no oír nada malo, no ver nada malo"


En la entrada había unos tenderetes donde vendían dulces, yo me compré un yakimochi (180 yens) (un pastelito de pasta de arroz relleno de anko, judía roja dulce). ¡¡Y con el dulce te regalan un vasito de de te verde!! Estaba muy bueno ^_^ (el símbolo del mochi es el del clan Tokugawa).



El recinto principal también está siendo renovado, pero no está tapado del todo y pudimos entrar y ver como trabajaban en la restauración.
Aquí es donde está el mausoleo del Ieasu Tokugawa, pero para entrar hay que pagar a parte, no lo hicimos.




La siguiente visita es el Santuario Futarasan, el camino para llegar a él está lleno de arboles enormes.




Y cerca del Futarasan está el mausoleo del tercer Tokugawa, el Taiyuinbyo , y no se si fue porqué no estaba en obras, por el emplazamiento o el estilo...pero fue el que mas nos gustó.




Antes de ir al abismo de Kanmangafuchi, hicimos una paradita para tomar un cocoa calentito!(120 yens) Y es que ese día hacía frío (quedaban restos de nieve) pero por suerte hay maquinas de bebidas en tooooooooooooooodos lados! Es algo que hecho en falta, el poder beber algo (tanto caliente como frío) cuando quisieras sin tener que entrar en un bar xD (allí el concepto bar no lo tienen, cafeterías si, pero bares como lo entendemos aquí no).



Recuperado el calorcito nos ponemos en marcha hacia el abismo, está a una media hora (a la ida es subida, de bajada tardas menos) del puente Shinkyo. Está lleno de Jizos con los baberos y gorritos, no es muy grande el lugar pero es bonito, además había poca gente y aun menos occidentales. (Otro mapa de la zona)




De vuelta a la calle principal nos dispusimos a buscar donde comer, yo sabía de un lugar famoso aunque no estaba dispuesta a caminarme todo Nikko en su busca. Peeeeero resulta que dicho restaurante está cerca del puente, vamos no tuvimos que caminar mucho. Probamos suerte y había sitio!
Se llama Hipparidako, y es muy curioso porqué tiene todas las paredes cubiertas de notas de gente que le encantó el lugar y la comida. Nosotros no fuimos menos y dejamos una notita. (premio para el que vaya y la encuentre jeje)
Está en la calle principal, cerca del puente Shinkyo, bajando a mano derecha.



Pedimos uno de los platos recomendados, Yakisoba (fideos) con arroz y Tsukune (yakitoris de albóndigas de pollo). ¡¡Estaba buenissimo!! Lo de la foto es solo un plato, el otro lo pedimos con yakitoris normales (brochetas de pollo). Comimos los dos por 15 euros (1650 yens) y salimos llenísimos.



En Nikko compramos unos regalos artesanales que nos gustaron mucho. Lo supe por un vídeo que vi en Internet, pero no puedo deciros que es aun, me falta entregar uno y rompería la sorpresa. Al final del viaje haré un post de regalos y os daré los detalles.

Bueno, por la tarde de vuelta a Tokyo nos dedicamos a organizar las maletas, comprar en Ameyoko una mega mochila por 10 euros (1050 yens) para encajar los regalos, y despedirnos del barrio.
A pesar de que Tokyo acabó saturándonos, se hecha de menos el ambientillo de Ueno jeje.
Al día siguiente el hotel enviaría nuestras maletas al hostel de Kyoto (1370 yens), y con nuestras mochilas nos iríamos 5 días de ruta...
Próxima parada Matsumoto!



Relatos de otros viajeros   #postamigo


7 de mayo de 2012

Tokyo (Harajuku, Shibuya y Shimokitazawa)

Este día, por fin, Jordi se recuperó! Y menos mal, porqué era el día límite que le puse para pedir un médico en el hotel, ya que en dos días nos iríamos de Tokyo.

Era domingo, y como ya os dije en el primer día de viaje, intentaríamos ver de nuevo a los frikis en la zona de Harajuku.
Pero como para ver esa zona no hay que madrugar, aprovechamos para ir a la estación Ueno a reservar los asientos de los trenes de larga distancia que cogeríamos los próximos días.

Como el parque está al lado, decidimos pasarnos a ver si ya había algún cerezo en flor, había muy pocos pero la gente ya empezaba a reservar sitio con las típicas lonas azules y algunas incluso ya estaban de picnic y trajinando bebidas. No os perdáis las pintas de alguno...sencillamente genial jaja







Ya os he comentado lo llenos que suelen estar los pachinkos, pero lo que no esperábamos es encontrarnos colas a las 9 de la mañana esperando en la puerta un domingo!! En algunos inclusos les daban unas papeletas, como si sortearan algo.



Hacía las 11 nos fuimos a Harajuku, primero paseamos por Takeshita Dori, una calle llena de tiendas fashion y abalorios mil, llena de gente joven cada cual a su moda. ¡Allí está la Evangelion Store! Y donde esperaba encontrar las gafas de Kaworu, pero no las tenían. U.U Eso si, muy amables me miraron por Internet si podía conseguirlas en algún lado. La tienda está chula, pero a los fans de Evangelion os digo: Si vais al Evangelion world, en su tienda tienen mas cosas que en la de Harajuku, que tenían muchas cosas agotadas.


Después conocimos a un italiano que acaba de abrir un local de Sodas con batidos, y unas pastas italianas. El momento de la foto hablábamos del partido que se avecinaba: Milan- Barça! 



Nos acercamos a la calle Omotesando, a hacer unas comprillas en el famoso Oriental bazar, tienen todo tipo de souvenirs y a buen precio.
Hechas las compras, decidimos arriesgarnos a la hora de comer, ¡Probamos el Lotteria! Una cadena de hamburguesas Japonesa. Sinceramente... ¡no es lo suyo! Las hamburguesas eran pequeñas y nada del otro mundo. No vale la pena por lo que pagas... A partir de aquí me negué a comer mas hamburguesas en japón jaja.

Pasado medio día, regresamos a la zona de la estación de Harajuku, y nuestro primer impacto nos lo llevamos al ver semejante grupo perruno con esos vestiditos:






Habia como 14 o 15 perros, todos con su indumentaria.
Poco después llegó un trio de muchachos muy simpáticos que se pusieron a cantar y bailar. Todo un show! Aun les queda por practicar pero ganas le ponían.





En uno de los lados del puente se ponen un par de grupos frikis disfrazados, pero estos no son simpáticos, no dejaban a la gente acercarse a hacerles fotos, se las tienes que hacer desde el otro lado. Y diréis: ¿Entonces a que van? Pues a hacerse autofotos y vídeos con los móviles mientras posan.





EDITADO (Junio 2014): Según bastantes viajeros que han ido los últimos meses, los Cosplayers (gente disfrazada) ya no se ponen en Harajuku los Domingos. Se los han encontrado en Odaiba.

Tras la decepción de lo poco amigables que resultaron los cosplayers, fuimos en busca de los rockabillis (están en una placita mas allá del puente) siguiendo el sonido del rock and roll. Había tres grupos, cada cual bailando a su estilo. Lo viven mucho, y algunos bailan muy bien. Además estos también eran simpáticos.





Por la tarde nos acercamos a Shibuya, a ver la estatua de Hachiko, y el famoso cruce.
Es un punto de encuentro para los jóvenes (sale en muchísimos mangas) así que hay mucha gente en esa zona.


He de decir que el cruce nos decepcionó, es mas pequeño de lo que esperábamos, y además tras varios días por Tokyo, te das cuenta que un cruce así con muchos pasos de cebra y muchos edificios con carteles y luces no es exclusivo de Shibuya.
Pero bueno, es mítico y había que ir. Subimos al famoso starbucks a hacer las fotos, pero ¡ojo! ¡Que no dejan! Hicimos un par de escondidas (como todo el mundo) y disfrutamos de un cocoa.



Nuestra intención esa tarde era encontrar algún Love hotel friki (por dentro están aun mas decorados que por fuera y nos llamaban la atención), están en la zona de callejuelas que rodea la Dongen Zaka, y encontrar los encontramos, ¡¡pero estaban todos ocupados!! Flipamos... En fin, si queréis entrar a uno, ya sabéis, evitad los domingos por la tarde. (Por cierto, la sonrisilla del hombre al que le pregunté por donde encontrarlos... impagable jaja)





Tras el fallo del Love hotel, pillamos el tren en Shibuya para ir a Shimokitazawa, un barrio algo alternativo, si paseas por sus calles te encuentras algunas tiendas mas estilo bohemio, y la zona es mas de casas residenciales con ambiente tranquilo. Allí vimos un restaurante que también hacía bentos para llevar (las cajitas de comida) y nos gustó mucho uno que llevada arroz, pollo y gyozas (empanadillas) así que esa fue nuestra cena ^_^ (1200 yens los dos)


P.D: Tenemos pendiente el volver con calma una tarde/noche por shibuya y disfrutar del ambiente.