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23 de mayo de 2012

Kyoto (Sanjusangen-do, Nin y Sannenzaka, Nishiki market...)

Al levantarnos, vimos en la pizarra del hostel, que en el recinto de la pagoda Toji estaban los cerezos en plena floración. Y como es la pagoda mas alta de Japón decidimos ir a verla.
La decepción fue que, al ser Hanami, cobraban por entrar al recinto. Así que hicimos unas pocas fotos desde fuera y listo.


Después empezó a llover muchísimo, y ya no pararía en todo el día. En la parada del bus una mujer japonesa nos pregunta si puede venir con nosotros a ver el Sanjusangen-do (nuestra siguiente visita), le dijimos que si, ¡y ya nos acompañó buena parte del día! Se llama Ettie, es de Tokyo y había ido un par de días a Kyoto, el día anterior lo pasó con unos italianos que conoció, y ese día lo pasaría con nosotros xD

El Sanjusangen-do es el edificio de madera mas largo en Japón, y alberga 1000 estatuas de la diosa Kannon, en teoría, todas ellas diferentes puesto que las hicieron a mano (600 yens).
Además hay varias estatuas de las deidades guardianas, para los fans del manga, varias de ellas salen como personajes en el manga RG Veda, y uno de ellos en Musculman (Kinnikuman en japonés), el que tenia varias caras y las hacia girar.
No tengo fotos porqué dentro no dejan hacer y fuera estaba cayendo un tormenton y no nos detuvimos.

Después nos fuimos a ver los exteriores del Kiyomizudera de día (el templo que visitamos por la noche) y paseamos por las famosas cuestas que hay al lado del templo: Ninnenzaka y Sannenzaka (cuesta de los dos años y cuesta de los tres años). ¡Cuidado! No tropecéis en ellas porqué sino tendréis 2 o 3 años de mala suerte según en cual lo hagáis.






Son unas calles comerciales muy bonitas. Ettie compró unos dulces y nos los regaló. ¡Estaban muy buenos! 


Seguimos paseando hasta el Maruyama park donde comeríamos unos udon calentitos (fideos). Y hablamos mas tranquilamente con Ettie, y es que caminar con lluvia, paraguas etc... no se presta a hablar cómodamente.
Fue ella quien nos explicó el porqué algunas chicas caminaban con los pies hacia dentro, que la mayoría de kimonos que veíamos (sobre todo en jovencitas) eran alquilados, etc...
El tiempo empeoró, y estaba claro que no podríamos ver el parque, así que decidimos que lo veríamos al día siguiente.


Aquí nos despedimos de Ettie, nos hicimos una foto y nos dimos los mails, me dijo que me escribiría en japonés para que yo practicara, y lo ha cumplido. ^_^


En vista que iba a llover toda la tarde decidimos ir a visitar las zonas cubiertas de la ciudad como el Nishiki Market. En el vimos muchos encurtidos raros, fritos, pescado... y ¡¡takotamago!! (pulpitos que tienen la cabeza rellena de huevo de codorniz) Como acababa de comer no los pillé pensando que los vería en algún otro lado pero no.. U.U Me quedé con las ganas. ¡En el próximo caen!




Al lado están las galerías Teramachi y Shingyoku, unas calles llenas de tiendas curiosas y donde no paras de sorprenderte.



Localizamos el restaurante Ninja donde iríamos a cenar al día siguiente con unos amigos de Valls que también estaban por Japón.

Esa noche, Jordi quiso probar que tal sabían los bocadillos en Japón, así que nos fuimos al Subway de las tiendas de la estación central. Yo, en cambio, me pillé unos takoyakis. ^_^ ¿Os he dicho ya que me encantaron? jaja

Por último me gustaría explicaros como funcionan los buses y tranvías en Japón.
¡Para empezar se sube por detrás no por delante! Y se paga al bajar. Algunos son tarifa fija, otros va por tramos, y tienen una pantalla donde actualizan los precios. Según en que parada hayas subido te pone que te toca pagar. (Si, se fían de que pagaras lo que te toca)
La maquina para pagar:


Tienes que meter la cantidad exacta por la apertura superior. Si no lo tienes exacto, en la parte delantera tienes ranuras para meter billetes y monedas y te da cambio.
Si lleváis pase de día: La primera vez que bajéis del bus pasáis la tarjeta por la ranura frontal que ya indica que es para tarjetas, y se os marca el día en ella, después solo tendréis que enseñarla al conductor y listo.
Puede parecer un lio pero no os preocupéis, el conductor os indicará como hacerlo si os ve perdidos.
Conductores, que al igual que los de tren, van con su gorra y guantes, inmaculados. Además saludan a cada pasajero que baja.
Como anécdota, en uno de los buses nos encontramos con que estaba llenísimo y una japonesa que estaba detrás nuestro no podía llegar delante para salir, al ver que intentábamos hacerle sitio nos dijo que no nos molestáramos. Nos preguntamos ¿Como bajará? Pues por detrás... y diréis ¿¿No pagó?? Nada de eso, se fue corriendo hacia la puerta delantera subió y pagó!! Igualito que aquí vamos xD

En la próxima etapa os enseñaré el día mas bonito en Kyoto. ^_^

22 de mayo de 2012

Kurama

Este día tocaba una excursión rural cerca de Kyoto, así que nos levantamos y cogimos nuestro desayuno en el Lawson de enfrente del hostel.
En Kyoto no nos entraba el desayuno, y en vista que las cafeterías no eran de lo mas barato, el café tampoco era nada del otro mundo, y que preferíamos ponernos en marcha rápido... decidimos que nuestros desayunos serían el café con leche calentito de las maquinas (nos gustó el Georgia especialmente ^_^) y una pastita del Lawson, ¡¡baratas y grandes!! 


Mi idea inicial era coger el tren hasta Kibune, un pueblecito en la montaña donde empieza un trekking por el bosque pasando por templos pequeños y monumentos a uno de los samurais mas destacados de la historia Japonesa, hasta llegar a Kurama, pueblo donde se encuentra el templo origen del Reiki, el Kuramadera.
Pero tras la paliza de los dos días anteriores decidimos ir directos a Kurama y hacer solo el trozo de subida hasta el templo. Sin embargo, recomiendo hacer el trekking entero, el lugar es precioso, da tiempo y creo que hubiera valido mucho la pena.

Al llegar a Kurama, lo primero que ves es la gran cara roja de un Tengu, una especie de deidad/demonio del folklore japonés. Se les atribuye el origen de las artes marciales y protección de los guerreros, eran grandes espadachines y se dice que uno de ellos entrenó en esas montañas al gran Minamoto no Yoshitsune.


Al lado de la estación hay varias tiendecitas y la entrada al recinto del Kuramadera (200 yens). Nos dieron un plano con todo el recorrido hasta Kibune, y ale, ¡p'arriba! 


Había muy poca gente, y los pocos que habían eran japoneses, entre ellos los peques de una guardería que había dentro del recinto:


El lugar es realmente espectacular, nos gustó muchísimo. Por el bosque te vas encontrando diferentes monumentos y edificios del templo. 





El Kuramadera lo encontré impactante. En mitad de la montaña, con unas vistas espectaculares, con las cortinas de colores, y tan poca gente... sencillamente precioso.
Delante de él hay un círculo con un triángulo en medio, preguntamos a una japonesa y nos dijo que nos pusiéramos en medio (cada persona que llegaba veías que se ponía), que era el centro de energía.



Aquí realicé la purificación con incienso y la de agua (en la fuente que está justo detrás del templo y da a la montaña) en honor a mi suegra, para quien el Reiki es importante. 



Se crea o no en el Reiki, se note o no la energía... os aseguro que vale la pena.

De regreso al pueblo empezamos a buscar restaurantes. Según el mapa había bastantes, pero solo veíamos uno. Hasta que me fijé y empecé a leer los carteles en japonés. ¡¡Las tiendas eran restaurantes!! 


Escogimos uno, el de la foto, donde leí que hacían bols de arroz, entramos y la chica muy amable nos preguntó si queríamos comer dentro. ¿Dentro? Nos extrañó, pero cuando vimos la salita soltamos un SI rotundo jaja.
Era un comedor tradicional, donde te sientas en el suelo. Obviamente te descalzas al entrar. Y para ir al baño caminas por el pasillito de madera, que pasa al lado de su jardincillo y todo, hasta llegar al baño y antes de entrar en él te pones las zapatillas especiales. Fue un gran descubrimiento este restaurante. ^_^


Para nuestra sorpresa nos trajeron la carta en inglés. Y alguna duda que tuvimos la solucionamos con mi japonés y con el móvil de la chica, que buscaba en un traductor las palabras de los ingredientes. 
Comimos estupendamente por algo menos de 20 euros los dos (2000 yens). Pedimos un Oyakodon (bol de arroz con pollo y huevo), Teritendon (bol de arroz con tempura de pollo y verduras) y un Onigiri de katsuo (bolita de arroz rellena de atún desecado). Todo acompañado de sopa miso, tofu y encurtidos. Para beber, agua y te gratis, como de costumbre.



¡Al irnos nos encontramos con nuestras bambas preparadas en la entrada! Cuidan hasta el mínimo detalle.

Caminamos un poco por el pueblo, que se distribuye al lado de la carretera, hasta llegar a la recompensa final: ¡El Onsen! 



En Kurama hay un onsen (baño japonés) al que puedes acceder por unos 1000 yens (unos 10 euros al cambio de cuando fuimos). De hecho, si no eres cliente del ryokan (hotel tradicional) puedes acceder solo a la parte exterior "rotenburo" pero esto es justo lo que queríamos.
Llevamos nuestras toallas, pero sino puedes alquilarlas. Yo cogí una pequeña para el pelo por unos 2 euros, y para sorpresa mía me dijeron que la toalla pequeña me la podía llevar. ^_^ Tiene un tengu bordado.

*Nota 2017: Ahora mismo se puede acceder tanto a la zona interior como a la exterior. Pero si se quiere acceder a ambas hay que pagar 2500 yens. Si solo se quiere ir al rotenburo, siguen siendo 1000 yens. Además, aceptan a gente tatuada, a diferencia de muchos otros onsens.

No hay fotos del rotenburo, porqué había gente y, obviamente, no está permitido. Pero os pongo la foto del panfleto y un vídeo que han colgado los del onsen para que os hagáis una idea.



Te bañas hombres y mujeres por separado. Al entrar te desnudas y dejas la ropa en una taquilla, vas a la zona de duchas y te lavas bien, y sobre todo ¡aclararse bien! No se puede entrar con jabón en el baño comunitario. Una vez limpi@ ya te puedes meter en el agua calentita y disfrutar del paisaje de las montañas. ^_^
Una experiencia que recomiendo vivir. Y no tengáis miedo de no saber el protocolo, a parte de que te dan las instrucciones en inglés, si os ven dudar, seguro que alguien que esté dentro se acercará a explicártelo.

De vuelta a Kyoto, la estación de tren te deja a la orilla del Kamo, río que cruza la ciudad y lugar muy agradable para pasear. Nos estuvimos un rato disfrutando del paisaje, la tranquilidad y los cerezos.


Después fuimos a ver el Yodobashi camera que hay enfrente de la estación central. Como Jordi no había disfrutado de la tecnología en Tokyo, fuimos a que pasara un ratillo rodeado de sus frikadas jeje.

Para cenar fuimos caminando hasta Gojo dori, unos 10 min con calma, a una cadena de curry donde escoges todo, desde la cantidad de curry, hasta el tipo, los condimentos, el picante, etc...(1260 yens)


Bajamos de nuevo hacia el hostel paseando, la avenida estaba llena de cerezos en flor, muy agradable. ^_^







20 de mayo de 2012

Kyoto ( Kinkakuji, Ryoanji y Arashiyama)

Kyoto es conocida como la capital tradicional de Japón. Y es que fue capital y albergó la corte imperial desde el 794 hasta 1868 (recordad que el poder militar estaba en manos del shogunato en diferentes capitales militares).
Además, estuvo en la lista de objetivos para la bomba atómica en la II GM, y por tanto se salvó de los bombardeos convencionales, hecho que le ha permitido conservar su patrimonio cultural.

Kyoto es muy diferente de Tokyo. No hay autopistas y vías de tren cruzando por encima de los edificios, que por cierto no son tan altos. Y aunque hay pachinkos y karaokes, no son tan abudantes o no llaman tanto la atención. Hay muchas zonas de estilo residencial, lo que le da el aspecto de un pueblo grande, MUY grande. A nosotros nos gustó mucho.

Para quien sepa montar en bici, es una ciudad ideal, de hecho allí mucha gente usa la bici como transporte, en especial las madres. Quien haya visto Shin Chan recordará a su madre llevando a la peque en la bici, ¡Pues es tal cual!
Nosotros optamos por el bus para movernos. Tienen el pase de día, pero hay que calcular que itinerario piensas hacer, puesto que, por ejemplo, a nosotros el primer día no nos salía a cuenta ya que solo cogeríamos un autobús.

La primera visita del día era el Kinkaku-ji (400 yens), conocido con el nombre de "el templo dorado". El pabellón principal (precisamente el que es dorado) fue reconstruido después de que en 1950 un monje le prendió fuego, según él, porqué no soportaba tanta belleza.
La verdad es que merece mucho la pena, pillamos un buen día y el sol reflejaba el templo en el lago del jardín. Además el resto del recinto es igualmente bonito.




En cierto lugar del recinto había como un asiento de piedra, no supe leer bien que era, pero le entendí a un profesor decir a sus alumnos algo así como que se sentaran para ser mas listos e ir mejor en los estudios. El resto de Japoneses se echaron a reír y los pobres estudiantes se iban sentado tímidamente.
Así que le dije a Jordi que como el tema iluminación era cosa suya le tocaba:


A la salida había tiendecitas con dangos, las bolas de arroz glutinoso que probé en tokyo y que no me gustaron, pero de mas sabores y decidí probar suerte con los de chocolate y sakura (flor de cerezo). (250 yens)
Estos si que me gustaron. ^_^ Jordi por su parte probó una Fanta de melón, no estaba mala pero no acabó de triunfarnos. (80 yens)



Después fuimos caminando hasta el Ryoan-ji (500 yens). El tiempo acompañaba y el camino era agradable.
Este templo zen es famoso por su jardín seco. La gente suele sentarse un rato intentando meditar y encontrar su significado. Para entrar te descalzas y accedes por dentro de un salón tradicional.


 
Detrás del edificio hay una fuente que me gusta mucho. Si os fijáis hay cuatro símbolos alrededor del cuadrado central, esos símbolos combinados con el cuadrado forma palabras y entre ellas se forma la frase "Solo con lo que uno sabe es suficiente", una de las enseñanzas budistas en las que afirman que lo material no es importante.


Decidimos seguir andando hasta el Ninna-ji (desde el Kinkaku-ji viene a ser un 1,5km cuesta abajo).
Solo entramos al recinto exterior, que es gratuito, porqué tienen muchos cerezos, pero según pudimos leer, es una especie tardía de Sakuras, y florece en Mayo.
Al lado del Ninna-ji se coge el tranvía que lleva a Arashiyama. Una zona al lado de las montañas y cruzada por un rió, muy bonita, pero eso si, con mucha gente.




Paseando vimos un restaurante donde hacían tonkatsu, el plato que tanto le había gustado a Jordi (cerdo empanado), así que ahí nos metimos. Comimos también muy bien, con menú completito por menos de 15 euros (1500 yens). El mío es katsudon, bol de arroz con filete empanado y huevo revuelto.


Después le plantee a Jordi las dos actividades posibles para hacer. Una era dar un paseo en un trenecito retro que te adentra en el bosque, el otro ir al monkey park a ver macacos. Yo pensaba que tras el cansancio del día anterior diría de ir en el tren. ¡Pero no! A ver macacos que nos fuimos. (550 yens).
¡Lo que no esperábamos era que para verlos tenías que subir a la montaña! ¿No querías cuestas? Toma cuestas xD


De las anécdotas en el parque os contaré que Jordi casi pisa a uno, os juro que no lo vimos. xD Si vierais al mono cabreado saltando hacia Jordi y él pegando el salto de su vida para alejarse y mirando al suelo para no cabrear mas al macaco.. xDD Aun me estoy riendo. Éste  es el animalico:


Mas adelante nos íbamos encontrando otros que no te dejaban pasar por el camino. Yo intenté pasar al lado de una pareja (madre y cría) y la madre se giró y me pilló la chaqueta que tenía en la mano, amenazándome. Pero me quedé tranquila, sin mirarle ni tirar de la chaqueta y en unos segundos se cansó y me dejó.


Tras nuestra subida aventurera xD llegamos al mirador, donde hay una cabaña desde donde te dejan darles de comer a través de las rejas. Fuera no puedes porqué se te echarían encima, así que quien quiera alimentarlos ha de ser desde dentro, con una reja de por medio. (En este caso los encerrados somos nosotros xD)





Al bajar, unos heladitos como premio. Esta vez de sakura (flor de cerezo) para mi y de soy bean para Jordi. El de sakura tiene un sabor como de cereza amarga, está bueno pero mi favorito sin duda el de soy bean. ^_^

Para finalizar la visita fuimos a ver el bosque de bambú. A ver, me gustaría matizar un poco, para evitar un poco el desengaño que nos llevamos nosotros. El bosque de bambú se reduce a una calle asfaltada donde, por cierto, pasan coches, que la recorres en poco tiempo. No deja de ser bonito y con un poco de paciencia conseguimos hacer fotos sin gente ni coches. Pero es una calle, el primer trozo de la cual bastante deslucido. Id hasta el final (subiendo una cuestecita) ya que allí la zona de bambú es mas bonita.







Al final volvimos en tren hasta la estación central después de dar un rodeo bastante estúpido hasta la estación de Arashiyama por culpa de alguna señalización que no vimos (o que no estaba donde debiera) xD.
Esa noche para cenar me di el capricho que tanto me había estado tentando durante días:


Fresas, cereales, tarta de queso, nata, mermelada de fresa... estaba de vicio jaja.
Por cierto alguien se atreve con la jarra del medio? La mía es como la de la izquierda, si os fijáis es tal cual la reproducción!



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