Debemos confesar que nuestro viaje ya no empezaba del todo bien: Una semana antes habíamos empezado con síntomas catarrales y a mí, que por temas de salud tenían miedo me derivara a bronquitis, me habían mandado antibióticos.
Pero bueno, con nuestros tests covid+gripe negativos, mascarillas (estaría bien seguir con la costumbre de no contagiar nada a nadie) y mi antibiótico p'allí que fuimos. Total: Esto en un par de días se pasa ya. ¡Ja!, dijo Murphy. Pero vayamos en orden.
En esta entrada mostraré los diferentes alojamientos de nuestro quinto viaje. Como siempre, valoraré la estancia, daré precios y diré si los recomiendo o no, con total sinceridad.
Creo que, tras la pandemia y el largo cierre de Japón, a nadie le sorprendió que nada más abrir el país de nuevo (o incluso antes, cuando tan solo eran rumores) yo desempolvara mis planes japonesiles y empezara a reservar todo.
Podíamos haber intentado ir de los primeros, en otoño del año pasado, pero siguiendo el consejo de mis sensei (Japonés con Nipponismo), que viven en Nagasaki, dejamos pasar unos meses, dando tiempo al país a hacerse a la idea de la vuelta del turista, para intentar reencontrarme con ese Japón que yo había conocido antes.
El viaje estaba en camino y eso es lo único que importaba. ^_^
