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5 de junio de 2020

HMS Belfast y paseo por Southbank

En nuestro último día en Londres de este viaje, decidimos realizar por fin una visita que habíamos postergado pero a la que le teníamos muchas ganas: El buque de guerra HMS Belfast, que está atracado en el Támesis. 

HMS Belfast


Tras dejar las maletas en el hotel (nos las guardaron de forma gratuita) y comprar nuestro desayuno de rigor en el Caffe Nero de King's Cross, nos dirigimos a la orilla sur del río para visitar el barco. 
Llegamos casi recién abiertos y apenas había gente. La entrada cuesta 18£ y entra dentro de las ofertas 2x1. Además, la audioguía entra en el precio y es muy recomendable, porque explica muy bien todos los detalles de la vida a bordo. 

El HMS Belfast intervino en la II Guerra Mundial, incluido el Desembarco de Normandía, y en la Guerra de Corea. Después, paso a manos del Imperial War Museum para acabar siendo lo que es hoy en día: un buque museo. 
Por cierto, las siglas HMS, que llevan los barcos de Marina Real Británica, significan "Her Majesty's Ship" (El barco de su majestad). A día de hoy es "Her" por la reina, pero cuando herede su hijo (o nieto, al paso que vamos) la H será "His", en masculino.

HMS Belfast


En cuanto a la visita, que no os engañe la vista, el buque es grande y hay mucho por ver en su interior. Sus cinco cubiertas y cuatro pisos están llenos de recreaciones y rincones para explorar. 
Al entrar te dan un mapa con las indicaciones numéricas de la audioguía, nuestro consejo es que las sigáis. Aunque en algún punto parezca que os dejáis atrás algo por ver, no es así, acabaréis pasando por allí, así que seguid el mapa.

HMS Belfast


La audioguía es estupenda. Son las experiencias de los veteranos, narrándote como era la vida a bordo, su día a día, mientras vas pasando por el colmado, las despensas, comedor, lavandería...

HMS Belfast
HMS Belfast


Puedes ver los diferentes camarotes, según la graduación de la tripulación, también el hospital...

HMS Belfast
HMS Belfast


Y pasearte por las diferentes salas de máquinas en las zonas inferiores o bien simular que estás al mando del buque, en el camarote del almirante.

HMS Belfast
HMS Belfast


En la cubierta superior, han montado un mini "cine" donde recrean una de las campañas en las que participó el HMS Belfast, narrado de tal forma que te sumerges en la experiencia.
Además, a lo largo del museo nos encontramos diferentes voluntarios (veteranos jubilados) que no dudan en explicarte detalles de la zona que estás viendo. Incluso con uno de ellos puedes intentar decir tu nombre a través del telégrafo, con el código Morse. 

Nosotros nos lo tomamos con calma, disfrutando de la audioguía, haciendo fotos, admirando los detalles de las recreaciones... ¡Y cuando nos dimos cuenta habían volado casi 4h! 
Así que, si os gusta la temática y disfrutáis de este tipo de museos, no lo subestiméis, porque da para mucho. Obviamente, si no os paráis tanto como nosotros, tardaréis bastante menos. 
Por cierto, dentro hay un bar, bastante bien de precio y tienen unos baños estupendos. 



























Al salir, comimos en un Pizza Express y acabamos dedicando el último paseo a una de nuestras zonas favoritas: pasear por el Southbank.

Pasamos por el mercado de Borough, que nos encanta (recordad que aquí se encuentra una localización de Harry Potter).






Y seguimos paseando por la orilla de Tamesis, hasta llegar al London Eye.



Ahí cruzamos por el puente de Westminster, donde comprobamos que el Parlamento sigue bastante tapado por las obras, y tomamos el metro hasta el hotel.



Tocaba recoger las maletas y poner rumbo al aeropuerto. Aunque esta vez, una incidencia en los trenes casi nos la juega... Por suerte, siempre vamos con tiempo y logramos llegar al aeropuerto sin mayores problemas. Ahí nos fijamos que el vuelo también iba con retraso... En fin, no era el día de la puntualidad británica.

Y aquí termina otra visita a la City, que sigue siendo nuestra ciudad favorita. Seguro que nos volveremos a ver.

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