Creo que, tras la pandemia y el largo cierre de Japón, a nadie le sorprendió que nada más abrir el país de nuevo (o incluso antes, cuando tan solo eran rumores) yo desempolvara mis planes japonesiles y empezara a reservar todo.
Podíamos haber intentado ir de los primeros, en otoño del año pasado, pero siguiendo el consejo de mis sensei (Japonés con Nipponismo), que viven en Nagasaki, dejamos pasar unos meses, dando tiempo al país a hacerse a la idea de la vuelta del turista, para intentar reencontrarme con ese Japón que yo había conocido antes.
El viaje estaba en camino y eso es lo único que importaba. ^_^