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26 de agosto de 2012

Rumbo a Inverness

Desayunamos el café y las pastas de la habitación y tras el check out nos vamos a ver el Castillo de St. Andrews. Menos mi madre, que se va a ver el jardín que fichó el día anterior.

El castillo está en ruinas, y es que sufrió, al igual que la catedral, la revolución protestante.
Aún así nos pareció interesante, tiene buenas vistas y además entra en el pase, así que una estampita mas jeje.

La parte divertida la puso "la mina". Y es que durante uno de los asedios al castillo, el ejercito de afuera empezó a cavar una mina para dinamitar la muralla. Los de dentro al oír los ruidos, empezaron a la desesperada unas contraminas para detenerlos. 
Hay varias contraminas inacabadas, porqué se daban cuenta que no era por ahí y las abandonaban en pos de otras. ¡Pero al final los encontraron y lograron pararlos! 
Puedes entrar por la contramina buena, es muy bajita y resbaladiza (hay que agarrarse a una barandilla) y descender agachado hasta el lugar donde coincidieron con los asaltantes, ese trozo es amplio y te puedes poner de pie. (Los de afuera al tener tiempo pudieron hace una mina amplia, no como los de dentro que iban a contrareloj para detenerlos).

Al salir nos reunimos con mi madre, a quien le había gustado mucho el jardín, ¡e incluso consiguió que le enseñaran una zona mas privada y unos nidos de gaviotas con polluelos!

Salimos de St. Andrews rumbo a Inverness. Pero en vez de ir todo el trayecto por la general, nos desviamos a Aberlemno, a ver unas piedras pictas.
¡Éste era el día de prueba de mi cuñado!


El GPS en vez de llevarnos por la carretera a Forfar, nos desvió unos minutos por un camino de cabras, por donde la Vito pasó justilla, pero con unos paisajes muy bonitos.
Las piedras están al lado de la carretera y una en el cementerio, son de las pocas que se conservan en su lugar de origen, pero son pocas eh!




















 

 Al Salir de Aberlemno pasamos por un McDonalds y ¡¡se nos iluminó!! ¡A comer! Ya no teníamos que pensar donde parar ni que comer. jaja. ¡¡A lo fácil! Además teníamos que probar alguna especial de allí, que resulto ser normalilla, nada del otro mundo, pero... ¡¡tienen pastel de manzana!! Aquí los quitaron hace tiempo. U.U Mi madre y yo nos dimos el atracón. jaja 


Estando en el Mc nos llovió un poco, pero por el resto, nos hizo buen día.
Al habernos desviado, teníamos que ir hacia Dunkeld por una carretera secundaria, pero como suele pasar, los paisajes son mas bonitos. Pasamos zonas de prados con mucho ganado.

Por Dunkeld pasa el río Tay, nos paramos a hacer fotos desde el puente, las vistas son impresionantes.

Después ya cogimos la general hacia Inverness. El punto de entrada a las Highlands está señalizado, así que paramos un poco mas adelante para hacernos las fotos de bienvenida. ^_^


En éste tramo encontramos mucho camión lento y difícil de adelantar. Además hay mucho puntos para pararse si se quiere hacer fotos.


Nuestro destino era el hotel Smithton, que se encuentra entre Inverness y Culloden. Nos costó de encontrar porqué el GPS no tenía la calle nueva y nos mandaba por unas cortadas, pero lo solucionamos preguntando. Básicamente está en una calle residencial llamada Smithton xD.

El hotel está bien, las habitaciones limpias, con el correspondiente set de te y café, y en el baño ¡calentador de toallas!

Fuimos a dar una vuelta por Inverness, para ver como estaba el tema del aparcamiento y a dar un corto paseo, pero volvimos pronto ya que habíamos decidido cenar en el hotel y solo daban cenas hasta las 21h.

Nos quedamos dos noches allí. Al día siguiente veríamos la zona de Inverness.


Loch Leven y St Andrews

Desayunamos unos sandwiches mientras esperamos al taxi para ir a Arnold Clark, la agencia de los coches de alquiler. Al final tenemos que ir en dos taxis, pero aun así no lo vemos caro.

Los tramites del coche sin problemas, nos dan una Mercedes Vito de 9 plazas automática, iremos muy amplios y cómodos, pero Jordi y mi cuñado se tendrán que hacer a las medidas a la par que conducir por la izquierda!
El primero en probar fue Jordi.


He de decir que lo hicieron muy bien, no hubo ninguna rotonda en sentido contrario, ningún giro por el otro carril...¡así que superaron la prueba!

Mientras íbamos rumbo a Loch Leven, nos cayó una tormenta, breve pero intensa. Hasta el momento habíamos tenido buen tiempo, y al llegar al lago, por suerte, no llovía.
Tras recolectar la estampita en el pase y reírnos con el que nos atendió al darnos la enhorabuena por ser catalanes, fuimos a esperar una de las tres barcas que van haciendo viajes hacia la isla.
El hombre que nos llevó era muy simpático y sabía un poco de español. Nos avisó que en la isla había un grupo grande de niños, pero que enseguida se irían y podríamos tener "paz" jeje.
Lo tienen bien organizado, en la isla no hay nada mas que las ruinas del castillo, unos baños y un walky de emergencia por si acaso.


La isla es pequeña y bonita, y efectivamente, en cuanto se marcharon los grupos de niños, un remanso de paz.


El castillo tiene su importancia, puesto que aquí estuvo prisionera María Estuardo, os dije que nos acompañaría. ;) Y es que cuando a parte de los Escoceses su reina dejó de molarles la hicieron prisionera y la encerraron aquí. En ese castillo le obligaron a firmar su abdicación a favor de su hijo Jacobo (James) que tenía un añito. (Vamos, lo de siempre, tranquila que reinara tu hijo, pero si eso, mientras crece pues ya mando yo...)


Después de un año María consiguió escapar con ayuda de un carcelero fiel (sigo pensando que algo le debió dar... y no se yo si llevaba mucho efectivo encima xD). Pero vamos... no se yo si le salió a cuenta. Fue a parar a Inglaterra donde su prima Isabel la hizo prisionera y tras muchos años de encierro fue decapitada. (Por cierto el principito reinó, y cuando falleció Isabel sin hijos, los ingleses se fijaron en él y lo tomaron como rey, ahí se fue a pique por ultima vez la independencia de Escocia).


Al volver de la isla, comimos en el restaurante del embarcadero y de ahí rumbo a St Andrews.
Como faltaba poco para que cerraran la catedral y el castillo decidimos aparcar el coche en una antigua plaza, en el centro del pueblo, cerca de la catedral e ir a verla.

El recinto es un cementerio donde se levantan los restos de la antigua catedral de St Andrews. En su día fue la mas grande de Inglaterra (y para que os hagáis una idea, de largo era mas grande que la de León). Pero tras la reforma protestante fue saqueada y olvidada.


Aunque solo queden las ruinas a mi me gustó mucho, la encuentro impactante.


Al salir fuimos paseando por la avenida que lleva al castillo, que visitaríamos al día siguiente. En esa zona hay muchas residencias universitarias. ¡¡Que envidia de edificios!!


Mi madre fichó un jardín para visitarlo el día siguiente.
Después fuimos en busca de la guest house "West Park House". De estética clásica, con moqueta en todos lados (como es típico allí) pero con las habitaciones muy chulas, wifi y set de cafe, te y un par de paquetitos de galletas. Lo único malo es que no daban desayunos.





Cenamos en un italiano (para variar xD) y fuimos a dar una vuelta mientras anochecía. La parte antigua me gustó mucho.

Empezó a lloviznar un poco y a bajar niebla, el aspecto de la catedral imponía mucho.
Con las ruinas, el cementerio, la soledad, la niebla y con solo el murmullo del mar de detrás como sonido, es el escenario ideal para una película de terror. XD

Luego, de vuelta a la guest house a descansar para la siguiente jornada.


Relatos de otros viajeros   #postamigo
Las nuevas Andanzas de Robinjú: No hace falta jugar al golf para ir a St Andrews 
Pedraforca: Scotland, un somni fet realitat- 4a part

25 de agosto de 2012

Edimburgo (día 3)

Nuevamente, Jordi y yo salimos antes de desayunar a seguir explorando el barrio. 
Callejeamos un poco entre las universidades, descubriendo chiringuitos curiosos donde venden café, fruta, pastas...

Y nos llevamos una sorpresa al descubrir un parque enorme allí cerca, The Meadows, donde vimos a gente haciendo ejercicio al estilo central park.

Tras recoger al resto y desayunar por última vez en el italiano, nos dirigimos a coger el bus 15 para ir a la Rosslyn chapel (famosa por salir en la película del código da vinci). Lo cogimos en frente del monumento a Walter Scott en Princes St. Había leído que teníamos que llevar el importe justo porqué no daban cambio. Lo que no sabíamos es que tenía que ser todo en monedas! Así que no pusimos a intercambiar billetes y monedas con unos italianos. (Y es que, a diferencia de los autobuses Japos, en Escocia no tienen maquina que dé cambio, cosa que no vimos nada práctica)
La parada de Rosslyn la anuncian, así que no hay problema de perderse.

La capilla es pequeña pero bonita. Tienen una parte de la fachada en obras, pero aun así se puede observar bien los detalles tan elaborados que la adornan.
Tienen audioguía en español gratis, solo hay que pedirla.




































De vuelta en Edimburgo fuimos a comprar unas aguas y unos sandwiches para el día siguiente (cuando empezaría nuestra ruta) al TESCO. Dejamos recuperando fuerzas, en los apartamentos, a la mitad del equipo, y junto con Jordi y mi hermana nos fuimos a pasear.
Fuimos a ver el cementerio de Greyfriars, donde se encuentra la tumba de Bobby, el famoso perro, que tras la muerte de su dueño no quiso moverse de donde lo enterraron. Todo un símbolo de fidelidad en Escocia.


Y la tumba de su dueño, que tiene una lápida nueva gracias a un grupo de fans americanos de Bobby. Resulta un tanto graciosa la idea xD


Mientras paseábamos por la ciudad empezó a descender la niebla sobre los edificios, un espectáculo muy chulo. (Empañado por el bombardeo que sufrí de una gaviota ¬¬ por si no lo había comentado, Edimburgo está plagada de gaviotas, y no... no me gustan ¬¬)

De vuelta a los apartamentos nos encontramos a mis padres que habían salido a inspeccionar las carpas del festival que teníamos justo en frente. Y nos informan de que hay un chiringuito de hamburguesas con buena pinta, así que ¡p'allí que vamos! 
Bien, matizo, buenas no... ¡¡Las mejores que he probado!! Ni ketchup ni nada le echamos! no exagero. Alucinamos tanto que quedamos en regresar tras el tour de los fantasmas para repostar jeje.

Teníamos el tour de fantasmas a las 9:30 en la Royal Mile, con Real tours. No estuvo mal, a parte de ver una zona de la Royal Mile que no habíamos ido aun, nos enseñó la antigua cárcel, un cementerio donde aprendimos el porqué los ricos ponían rejas a sus tumbas (para evitar el robo de cuerpos que se vendían a la universidad de medicina), algunas curiosidades de la ciudad antigua... y como no, historias de brujas, fantasmas y asesinos. Aunque esa parte quedó un pelín flojilla, la chica era simpática pero le falta un pelín de salero para contar historias ;)
*Nota 2022: Os recomendamos probar con los tours de Blue Bale y Experiencia Escocia.


¡Por cierto! Nos contó que en otro cementerio de la ciudad había un mausoleo cerrado con candado, donde solo tenían permitida la entrada los de la cátedra de parapsicología, porqué se habían dado casos de ataques a personas (arañazos, mordiscos...) por parte del espíritu de un sádico allí enterrado.
¿¿¿Adivináis en que cementerio??? ¡Exacto! Habíamos estado por la tarde y no nos fijamos U.U

Lo prometido era deuda, y aunque la mitad del equipo decidió irse a dormir, mi padre, mi cuñado y yo regresamos a por otra super hamburguesa. G_G Ains, fue el único día que realmente disfrutamos gastronómicamente.

Buena manera de despedirnos de Edimburgo. ¡Al día siguiente empezaba la aventura!

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