Siempre viajamos con seguro. Por suerte nunca lo habíamos tenido que utilizar, pero jamás hemos dudado de la necesidad de ir bien asegurados.
- Por los costes médicos (o de otra índole que puedas generar).
- Porque en cada país el sistema sanitario funciona de forma diferente. Y tener alguien que te guíe y te diga donde ir o como tramitarlo todo, te salva en una situación que no es nada agradable.
Finalmente, llegó el día en que sí tuvimos que echar mano. Por suerte no fue algo muy grave, ni requirió hospitalización, pero tras la noche con fiebre alta (a pesar del paracetamol) y tos que pasó Jordi, estaba claro que precisaba de un médico.
Contacto con Iati:
Os hemos venido contando que yo llegué a Japón ya con antibiótico contra la bronquitis. Jordi solo tenía aparentemente un catarro, pero con los días fue a más, tanto la tos como la fiebre.
Al ver que con antipiréticos no le bajaba (y tras consultar con alguna amiga enfermera en la distancia: ¡¡Mil gracias Carol!!) contactamos con Iati a través de WhatsApp y en español (no podíamos llamar por teléfono, que es 24h, pero por suerte estaban en horario de atención por WhatsApp. Sino, la alternativa es por mail).
*Nota: Ahora acaban de sacar una app a través de la cual puedes tramitar todo: desde el contacto con ellos hasta gestionar los cobros de los posibles gastos.
Podéis contactarles para hacerles consultas médicas y pedir consejo, como las que yo le hice a mi compi y ellos así verán si el estado requiere de un médico.
Además, es importante contactarles antes de ir a un centro médico porque de esa forma te ponen en contacto con el agente de zona, que te mandará a la clínica más cercana (o te mandará un médico al alojamiento si es posible, etc.) donde tú no tendrás que abonar nada a priori, aunque hay excepciones, como os contaremos en este post.
Sin embargo, si vas antes de contactar con ellos (o porque la situación de emergencia no te permite contactar antes) es probable que tengas que abonar tú los gatos y después tramitar la devolución con Iati.
La respuesta vía WhatsApp fue muy rápida y, tras contarles la evolución de Jordi y que yo estaba con antibiótico (pero aún con tos), decidieron que ambos teníamos que ser visitados, no solo él, por si acaso.
En ese momento, le pasan nuestro contacto al "agente de zona", que contactó con nosotros por mail en inglés (depende del país pueden tener alguien que hable español, pero no siempre es así. Así que tiré de Google Translate y listo).
Intercambiamos varios mails, donde me pedían diferente información (síntomas y evolución de cada uno, hotel...) y si podíamos esperar a la mañana o no. Les dijimos que podíamos esperar unas horas, puesto que ya había pasado medianoche, y nos comentaron que hacia las 9:30h contactarían con nosotros para decirnos a donde dirigirnos.
Y así fue, nos contactaron tanto por mail como por el teléfono del hotel. La clínica estaba a solo 3 paradas de la JR Yamanote así que Jordi decidió ir en tren en vez de en taxi.
Experiencia en la clínica:
Tenemos que decir que fue un poco surrealista, tanto por su ubicación como por los protocolos covid que aún aplicaban.
Primero, la clínica estaba en los sótanos de un edificio de oficinas, al lado de tiendas. Y era tan pequeña que la espera se hacía en unos bancos en el pasillo de ese "mini centro comercial".
Tras rellenar los papeles (ya nos estaban esperando) no nos hicieron esperar mucho afuera. Y al entrar nos hicieron pasar a una consulta del tamaño de un pequeño cubículo, donde apenas cabía nada, con las pantallas de plástico por medio, separándonos de la enfermera.
La comunicación fue en inglés (usando Google Translate a ratos, tanto nosotros como ella).
Nos miró temperatura, nos hizo prueba covid y gripe (todo negativo, como yo ya suponía) y nos pasó con la doctora... ¡Vía Zoom! Lo dicho, muy surrealista (en especial porque por el eco que escuchábamos, sospechamos que estaba por allí cerca en otra sala).
La doctora hablaba bien inglés y tras mostrarle el antibiótico que me había tomado, decidió darle el mismo a Jordi, además de enviarnos otros medicamentos a los dos, para el tema tos y mucosidad.
También nos dijo que si acabado el antibiótico Jordi seguía con fiebre, teníamos que volver a ver a un médico.
Al salir, nos entregaron las recetas e indicaron que teníamos que ir a la farmacia de al lado. Además, por lo visto su convenio con la aseguradora cubría hasta 54000¥ por persona y nuestra consulta había sido de 56950¥. Así que tuvimos que abonar esos 2950¥ por persona, que no era mucho (unos 20€).
Si hubiéramos tenido que pagarlo íntegro, serían unos 400€. Y eso que solo nos hicieron los test y poco más.
Obviamente, guardamos todos los papeles y recibos para después tramitar la devolución con Iati.
En cuanto al informe médico, se lo mandarían directamente a la aseguradora.
Experiencia en la farmacia:
Nada más entrar nos llamó la atención la cantidad de sillas que tenían y dos tipos de mostradores.
La chica del mostrador de la entrada nos dio un formulario para rellenar, en inglés, y nos indicó que nos sentáramos. Después de devolverlo rellenado, se llevó las recetas y al rato salió un hombre y nos hizo pasar a los otros mostradores.
Allí nos entregó, a cada uno, una hoja donde salía cada medicamento: Nombre, dosis, cada cuanto se toma, para que sirve, posibles efectos secundarios y ¡foto! para saber exactamente cual es. Todo en inglés.
A la vez que nos explicaba cada uno, nos entregaba un sobre de papel con la dosis exacta del medicamento en cuestión, donde también constaba nuestro nombre y la información pero en japonés (lo bueno es que con la foto de la hoja sabes cual es cual).
Nos alucinó la paciencia de ir explicando uno por uno, señalando la hoja y entregando uno a uno los sobres, para que te quedara bien claro. Y no lo hacen por ser extranjeros, es el protocolo de base.
Después volvimos donde la chica para pagar y listo. Eso sí, 7500¥ entre los dos (unos 50€). Nuevamente tickets y recibos guardados.
*Apunte: En Japón las dosis de ciertas medicinas como ibuprofeno o paracetamol son más bajas. A Jordi le recetaron paracetamol 500mg. Pero nosotros traíamos bastante de 1gr y decidí darle esa dosis. Pero el resto lo hicimos tal y como nos lo pautaron.
En el hotel:
Regresamos al hotel, donde pasaríamos el resto del día viendo alguna serie gracias al Amazon Fire Stick que el hotel te deja gratis, o Jordi dormitando y yo empezando a contactar con Iati para tramitar esos gastos y poniendo lavadoras/secadoras.
¿En cuanto a la comida? Pues benditos conbinis... Por desgracia, no estábamos para grandes delicatessen esos días. Y menos él, que encima no notaba mucho el sabor de las comidas.
Evolución y diferencia entre clínicas y hospitales:
Días más tarde, Jordi nos dio un susto haciendo pico de fiebre, justo al acabar el antibiótico.
Así que volví a contactar con el agente de zona, explicándole que estábamos en Nagasaki y que quizás íbamos a necesitar de nuevo un médico.
Aquí la situación cambió un poco y, tras confirmarlo con Iati, esto es lo que sacamos en claro:
- En Nagasaki los hospitales no aceptaban garantías de aseguradoras, y por tanto el gasto inicial tendríamos que asumirlo nosotros. Y después ellos lo reembolsan.
- Además, a causa del protocolo covid (que por suerte ya no aplican, esa fue nuestra circunstancia), el hospital no dejaba entrar con fiebre, le harían test covid en la entrada (que ya sabíamos que era negativo), le darían antipirético (que ya teníamos) y poco más... Porque al ser fin de semana seguramente no habría especialistas disponibles, solo urgencias.
- Si queríamos un especialista tendríamos que esperar al lunes, donde nos mandarían a otra clínica (que además no nos haría adelantar pagos).
Y es que, como veis, la sanidad en cada país funciona diferente. Nosotros estábamos con mis profes, que viven allí y una es japonesa, y nos iban confirmando que el sistema era ese, y más por el maldito covid.
Decidimos esperar y por suerte la fiebre remitió y de ahí en adelante ya solo le quedó la tos, mucosidad y dolor de costillas (debido a la tos). Tocaba una larga y lenta recuperación, que al pobre le fastidió bastante el viaje pero bueno, bajar ritmo e intentar disfrutar de lo que se podía. Porque volver, volveríamos. 😉
Seguimiento y reclamación de gastos:
La verdad es que desde Iati, vía WhatsApp y vía mail, estuvieron pendientes de la evolución. Incluso cuando ya estábamos tramitando los gastos, desde el departamento médico nos escribieron para ver si todo evolucionaba bien y mandarnos nuestro informe médico.
En cuanto a la reclamación, nos pusieron en contacto con el departamento que lo gestiona, les mandamos la documentación que nos solicitaron y a esperar.
Hay que tener en cuenta que pueden tardar un tiempo en responder los mails, no es tan inmediato como las consultas médicas. Pero acaban respondiendo, y nosotros recibimos el reintegro al cabo de un mes de iniciar todo.
Conclusiones:
Nosotros estamos contentos por la rapidez a la que nos atendieron, la respuesta era casi inmediata. Cabe decir, que no era temporada alta de viajes.
En caso de no poder llamar, si no os responden rápido por una vía, probad otras, que tengo algún amigo que inicialmente no lograron contactar (no sabemos en que punto los mensajes se perdieron) pero tras insistir por otro lado, en seguida empezaron a resolver el problema.
Como hemos comentado, hay que tener en cuenta el como funciona el sistema sanitario en cada país, que no tiene porque ser como el nuestro, como hemos comprobado en Japón.
Pero adaptándonos a eso, la verdad es que siempre respondieron a nuestras dudas (tanto Iati como el agente de la zona) y buscaron soluciones.
Así que por ahora seguiremos viajando con ellos y recomendando sus seguros, ya que la experiencia ha sido positiva.
Eso sí, un pequeño apunte: escoged siempre el seguro que más se ajuste a vuestras necesidades y al país visitado. Japón es muy caro (ya veis que por lo poco que nos hicieron en la visita, ya fueron 400€) y por tanto siempre viajamos con la opción "Iati Estrella". En caso de llevar menores, recordad que tenéis la opción de "Iati Familia", donde entra médico pediátrico (a tener en cuenta que en las otras opciones no entra, como me ha comentado mi compi de Creciendo con mis viajes).
Resumen:
"No viajéis sin un seguro con buena cobertura!!"
Gracias por explicar vuestra experiencia con tanto detalle. Fue un placer poder ayudaros en la distancia con nuestros conocimientos sanitarios, aunque ojalá no hubiera hecho falta ni nuestra ayuda, ni la activación del seguro!! 😘
ResponderEliminarGracias a tí 🫶🫶🫶
EliminarPara la próxima espero solo mandarte fotos guays 🤣🤣
Menuda ****** el ponerse malo estando en Japón :( Ansioso de ver la nueva entrada
ResponderEliminarPues sí... es una xxxxxx pero son cosas que pueden pasar... Ahora mismo estoy en un mini parón pero a ver si me pongo a escribir pronto para seguir el relato. Gracias por leernos!!
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